Escriben Ximena Arrece y Alejandra del Castillo
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Este fin de semana se desarrolló el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, después de dos años de parate por la pandemia. Arribaron alrededor de 100 mil personas a la ciudad de San Luis. En noviembre se realizará otra convocatoria, esta vez en la ciudad de Villa Mercedes (San Luis).
El llamado encuentro plurinacional se dio en el marco de una profundización de la crisis política del gobierno de los Fernández. En los días previos se produjo la renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta al Ministerio de la Mujer y Diversidad y, durante el propio encuentro, de otra parte del gabinete. La represión y detención de mujeres mapuches de Mascardi y la incapacidad del gobierno para ‘poner la casa en orden’ (movilizaciones por salarios) hicieron rodar estas cabezas.
Nada más pedagógico para mostrar el carácter reaccionario del planteo de la plurinacionalidad bajo el Estado capitalista, enemigo de los pueblos originarios y amigo de los grandes terratenientes y multinacionales. Pese a los esfuerzos de las corrientes integradas al Estado de evitar un pronunciamiento contra la política represiva del gobierno nacional, el repudio se sintió durante todas las actividades del Encuentro. Al punto tal, de que el kirchnerismo, en un nuevo intento de lavarse las manos de la responsabilidad política, propuso y definió que la nueva sede del Encuentro sea en Bariloche, Rio Negro.
El movimiento de mujeres y disidencias debe denunciar este intento de esconder el carácter reaccionario del gobierno nacional, que antes de terminar la propia jornada del fin de semana designaba como nueva ministra de la Mujer y Diversidades a Ayelén Mazzioti, Secretaria de Género de la provincia de San Luis, a quién eligieron ser parte de la Comisión Organizadora del Encuentro Plurinacional. La hermana de Florencia Magalí Morales, asesinada en una comisaría en 2020 por salir a comprar comida durante la cuarentena, denunció la complicidad de Mazzioti con la policía y la Justicia que caratularon la muerte como un suicidio. En el Encuentro participó la madre de Guadalupe, una nena de 6 años que se encuentra desaparecida desde el 14 de junio de 2021, que también denuncia el silencio y la inacción de la flamante nueva Ministra. Desde la Comisión Organizadora del Encuentro Plurinacional no han emitido una palabra de denuncia al respecto. Quizá porque recibieron subsidios por 121 millones del Estado nacional y 350 millones por parte del gobierno de Rodríguez Saa, de los cuales no se ha presentado ningún balance de gastos.
Otro aspecto que las corrientes que integran el Frente de Todos no pudieron evitar es que los talleres vinculados a la organización barrial, la desocupación, la educación y salud se llenaran de piqueteras de las distintas organizaciones. La denuncia de la miseria, de la precarización y persecución fue rotunda, también la discusión en los talleres vinculados a la educación y la salud sobre la necesidad de impulsar las autoconvocatorias y coordinaciones. La comisión de mujeres del SUTNA se hizo presente dando cuenta de la enorme lucha reciente.
Los familiares de víctimas estuvieron en los talleres de femicidios y trata. Incluso tuvo lugar una asamblea autoconvocada de familiares, en la que estuvieron familiares de distintas provincias, entre ellas la mamá de Luna Ortiz, de Micaela y Nancy Fernández, además de víctimas de Santiago del Estero y Tucumán. La denuncia de la complicidad del Estado en los casos como resultado de la omisión o participación fue contundente. Como resultado de las conclusiones se llamó a poner en pie una jornada de lucha el 25 de noviembre y poner en pie una coordinación nacional. Dejaron su saludo también a la familia de Lucía Pérez, y se convocó a salir a las calles en febrero cuando se desarrolle un nuevo juicio que se consiguió con la lucha ante los fallos misóginos y de impunidad que se desarrollaron en la primera instancia judicial.
El Encuentro plurinacional mostró la inviabilidad de la orientación de género que pretendió imponer, porque si bien produjo una fragmentación de los talleres, en más de 100 temáticas identitarias y pseudoindentitarias, la propia situación política y la composición mayoritaria de las participantes le dio carácter masivo a aquellos talleres vinculados a los grandes problemas que atraviesan a las trabajadoras. La despolitización del movimiento de mujeres y disidencias se manifestó en un intento de abandono de los talleres, que funcionaron con pocas personas en relación a la masividad del Encuentro. Ya en La Plata habíamos visto el intento de vaciar los talleres por parte de las organizaciones, que incluyeron al propio FITU. Esto no frenó el debate, y en muchos talleres, como los de trata y femicidio, sesionaron de manera asamblearia, unificando las comisiones.
En todo este escenario el FITU apeló una vez más a realizar una demostración de fuerzas, y a una disputa interna, con vistas a las elecciones del año que viene. Continuaron la política de adaptación a la fragmentación identitaria y a la supresión del antagonismo de clase propuesta por la comisión organizadora. La adaptación total a la comisión organizadora plurinacional, que el FiTU caracterizó como una ruptura que dejaba atrás a la burocracia del PCR, quedó de manifiesto en todo el proceso del Encuentro.
Desde la delegación del PDT Tendencia intervinimos en los talleres de organización barrial, desocupación y economía popular denunciando la precarización laboral, el ajuste y recortes sobre los planes sociales y la necesidad de salir a la lucha por trabajo genuino. En los talleres de educación se denunciaron los recortes presupuestarios y del contenido curricular, que se hizo en nombre de la perspectiva de género, y la reivindicación del camino de lucha de la docencia santafesina y la toma de los colegios de CABA. Llevamos a los talleres de violencia, femicidio y trata el planteo de la necesidad de organización independiente en los barrios y los lugares de estudio y trabajo, y el planteo de que este régimen social no va a resolver la violencia profunda que vivimos las mujeres y disidencias con ninguna ley de emergencia ni formación en género. En nuestra declaración, agitada durante los mismos talleres y durante la marcha, planteamos la necesidad de abrir una salida a la violencia del capital, el gobierno ajustador, el FMI y la guerra imperialista.
A partir del balance de lo que fue el Encuentro plurinacional y la intervención de nuestra delegación es fundamental que impulsemos asambleas en todos los lugares y preparemos una gran jornada de lucha a nivel nacional este 25 de noviembre, día internacional de lucha contra la violencia hacia las mujeres, que coloque en las calles el conjunto de reivindicaciones de las trabajadoras y plantee la perspectiva del congreso obrero y la huelga general.