Escribe Violeta Gil
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En el marco de la bancarrota económica y política del gobierno, los trabajadores del transporte del interior tienen abierta una negociación por una actualización salarial del orden del 50% a diciembre de 2022, en el marco de una paritaria firmada en agosto que ni siquiera fue del 50%: aumentos en cuotas que van siempre detrás de la inflación y el pago de bonos de sumas fijas no remunerativas. Es decir que el valor del salario de un trabajador del transporte se desvalorizó en el orden del 50% hasta diciembre 2022.
La discusión salarial está empantanada una vez más bajo la extorsión de las patronales, que reclaman al gobierno nacional un aumento en los subsidios que reciben para prestar el servicio. Tal y como quedó planteado en el cierre paritario en agosto, la UTA concedió el aumento del salario de los trabajadores al ingreso de los subsidios nacionales. Un papel pintado ya que la plata para el aumento no estaba. Las patronales de FATAP exigen al estado un "reparto equitativo" de los subsidios, lo hacen en conjunto con los gobernadores y condicionan el pago del salario a la llegada de mayores partidas presupuestarias.
Los gobiernos provinciales, en nombre del federalismo, exigen que las patronales del AMBA y Capital apliquen los boletazos necesarios para equiparar los subsidios por igual a las patronales "del centro y la periferia". Córdoba, Santa Fe, Rosario, San Luis, Corrientes, Mendoza, Salta y Jujuy hicieron lo propio, con boletazos al transporte para sostener la rentabilidad de las empresas.
Subsidios y salario
Lo que está en juego es quién paga el salario de los trabajadores, si nación, las provincias o los trabajadores que utilizan a diario el transporte. Las ganancias empresariales no están en juego porque los únicos que no ponen un peso para el funcionamiento del transporte son ellos.
El paro de 48hs que acaba de cumplir UTA, no tiene como consigna central el salario obrero, por el contrario, exige al gobierno subsidios, levanta el reclamo patronal.
Fernández coloca a los trabajadores como carne de cañón de la extorsión contra nación para aflojar los subsidios. En Salta el presidente de SAETA, Claudio Mohr y el presidente de AMT Gustavo Ferraris, se valieron del paro para atacar al ministerio de trabajo de nación.
La UTA, bajo la dirección del burócrata Fernández, divide la capacidad de acción unificada de los trabajadores, negocia por separado con las patronales del AMBA más Capital Federal y FATAP. Este quiebre limita la potencialidad de una medida nacional y relega a cada seccional a negociar con sus gobiernos provinciales. La oposición a Fernández, el burócrata Bustunduy, no denuncia esta maniobra divisionista y extorsiva ante las bases, tampoco convoca a los trabajadored a quebrarla.
Los trabajadores de la UTA pueden quebrar todas las maniobras, a condición de una acción del conjunto de los trabajadores del transporte, a nivel nacional, que promueva la deliberación y la acción de las bases con un programa de reivindicaciones que motoricen una acción común.
Esta acción debe ser preparada por los trabajadores en asambleas, en cada turno, en cada línea, de abajo para arriba, preparemos un paro por tiempo indeterminado hasta quebrar a las patronales y al estado, por un salario igual al costo de la canasta familiar, no menor a $200 mil, con un aumento inmediato del 100% y cláusula gatillo indexada a la inflación, la ampliación de frecuencias y reducción de carga horaria sin afectar el salario, el pase a planta permanente de los trabajadores tercerizados, la eliminación de la cláusula 12/88 que liquida los aportes jubilatorios, apertura de los libros contables de las empresas para determinar a dónde fueron los millones en subsidios. Con ésta perspectiva se debe preparar un paro por tiempo indeterminado que tenga como reclamos centrales la agenda de los trabajadores.