Balance de la huelga del Sutna: un debate crucial para el movimiento obrero

Escribe Corresponsal

Tiempo de lectura: 4 minutos

El sábado se desarrolló, en la sede de la Universidad de General Sarmiento, el debate sobre la huelga del neumático, sus balances y perspectivas, convocado por Política Obrera. Participaron Gabriel Osores, miembro de la Comisión Directiva del SUTNA Nacional; José Vera, delegado de los trabajadores de Fernet Branca, y Pablo Busch, trabajador de Unilever y referente de la Lista Naranja de la Alimentación. Asistieron unos 100 compañeros de la zona norte.

El desarrollo de la mesa

Abrió el debate Gabriel Osores, quien relató vívidamente el desarrollo del conflicto a lo largo de los 5 meses que duró. Destacó la intervención en la huelga de una nueva generación de activistas de las tres fábricas, que hace poco tiempo ingresaron a trabajar. Señaló que, en un punto del conflicto, la patronal se propuso quebrar al SUTNA. Destacó la polarización que se dio entre los "armadores de cubiertas" con el conjunto del régimen político –desde Espert a Massa. Quedó para la historia que en esa batalla la patronal no pudo con la clase obrera. Por último, agradeció a los presentes por el apoyo a la huelga.

En el gremio vitivinícola se viene desarrollando una polémica porque la Federación (FOEVA), a pedido de la Cámara Empresaria, se ha largado a reventar las asambleas autoconvocadas que se desarrollan en el gremio. Contra esa política se han pronunciado los trabajadores de Fernet Branca en asamblea, reclamando un plenario de delegados a la Seccional Capital para fijar una posición. José Vera, en su intervención, señaló que las luchas de Branca se habían caracterizado por ver los convenios tal cual son, aún cuando estos representen alguna mejora y sean aprobados por la asamblea. Este método es el que guio a los trabajadores de Branca.

Pablo Busch presentó el balance planteado a lo largo de distintos artículos en las páginas de Política Obrera. Coincidió con el raconto del conflicto presentado por Osores, resaltando que el triunfo de la clase obrera estrictamente no era por el convenio firmado, sino por la derrota del intento de Madanes Quintanilla y las empresas en propinarle un retroceso estratégico al SUTNA. Denunció que la orientación estratégica de Madanes fue recogida por el conjunto de la clase capitalista en el coloquio de Idea, planteando como horizonte una reforma laboral, que consiste en la eliminación de la indemnización por despido; en desenganchar los salarios de la inflación; en terminar con los juicios laborales y los aportes previsionales pagados por la patronal y en la supresión de cualquier límite a la jornada de trabajo semanal de los convenios.

En este punto puso a debate la necesidad de levantar un programa propio de la clase obrera, ante el apoyo explícito de la CGT al Gobierno y el abandono de cualquier reivindicación: empezando por la defensa del salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, en la defensa del descanso del fin de semana y en la lucha en las industrias del neumático por el reconocimiento de la insalubridad. Este programa, explicó, debe ser defendido con los métodos históricos de la clase obrera: la asamblea como órgano de soberanía de los trabajadores y la huelga indefinida como método para imponer las reivindicaciones.

El debate

Lo más rico de la mesa organizada se dio sin duda en el debate, en donde intervinieron distintos compañeros. En primer lugar, un compañero de Naturgy -empresa de Gas Natural- planteó la precarización de las condiciones de trabajo, donde la insalubridad debe plantearse a partir de la tarea riesgosa, y la precarización también en las condiciones de contratación a través de tercerizadas.

Maxi Bronzuoli, directivo de la Negra, relató los vaivenes del conflicto, en el que fue parte de las negociaciones. Señaló que el Ministerio de Trabajo no jugó el papel que debería jugar, y que a partir de la profundización de la lucha a los trabajadores del SUTNA se les enfrentó hasta el Gobierno. Reivindicó el convenio firmado como parte de una política del SUTNA de recuperar los salarios a través de aumentos del salario real. Coincidió en la necesidad de luchar por el reconocimiento de la insalubridad y por el convenio único del SUTNA, denunciando que la división en distintos anexos firmada en 2006 por Wasiejko cumplía el papel de dividir a los trabajadores frente a las patronales. Señaló que si el Sindicato estaba al frente con los trabajadores todos los reclamos se pueden lograr.

Lucas Sánchez, referente de los trabajadores de Bedtime, planteó la necesidad de la independencia política de los sindicatos para ir a la lucha por los reclamos. Un compañero preguntó si reclamando el pago de las horas al 200 % no se estaba legitimando el sistema de trabajo americano. Otro compañero preguntó cuál era la política del SUTNA hacia los otros gremios. Bronzuoli respondió que el reclamo de las horas al 200 % era muy sentido por los trabajadores y que por eso el sindicato impulsó ese reclamo. Busch remarcó que la política del SUTNA está mediada a través del Plenario del Sindicalismo Combativo, una colateral del FIT-U en vías de disolución, y que esta mediación le quita centralidad al SUTNA. Osores planteó que los que se opusieron desde el primer día al turno americano son los trabajadores que conformaron la Lista Negra, por lo que estaba lejos de ellos querer legitimar el turno americano.

En el cierre, Pablo Busch planteó que en el debate del SUTNA se había producido en escala un ensayo de Congreso Obrero, que fue clarificador porque habían quedado explicados los distintos balances y posiciones sobre la huelga, el convenio y los métodos de lucha y que los debates entre luchadores de la clase obrera se saldarán a través de su verificación en la lucha de clases.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera