Presupuesto: un plan de guerra contra los trabajadores

Escribe Jorge Altamira

Discurso de Jorge Altamira en el acto de Política Obrera contra la aprobación del Presupuesto 2023 en el Congreso.

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Compañeras y compañeros, ¿qué creen ustedes que están haciendo en la Cámara de Diputados alrededor de 200 personas? Lo que están haciendo en este momento es preparando el documento, el programa que definirá la línea de ataque de la clase capitalista contra los trabajadores para el próximo año.

Es esto lo que están haciendo.

Por razones de contabilidad se llama “Presupuesto”. Pero en una sociedad de explotadores y explotados, no existe tal Presupuesto. Existe un plan de ataque al trabajo de parte del capital. Esto es lo que están discutiendo ahora. Y el año pasado, cuando también tenían que discutir este plan de ataque contra los trabajadores, no pudieron ponerse de acuerdo por divergencias entre los propios capitalistas y no pudieron armar un frente único para este plan de ataque. El Presupuesto del año pasado, el plan de ataque del año pasado, salió por decreto. Ahora se han puesto de acuerdo. Y quien los ha puesto de acuerdo es el Fondo Monetario Internacional y es el embajador norteamericano, con la conciencia que tienen todos ellos de que están caminando al borde del abismo porque están llevando a los trabajadores a una situación desesperante. Si hoy este plan de ataque no saliera con quórum, con voto, que después van a ratificar en el Senado, la clase capitalista le estaría mostrando a los trabajadores que están divididos, fracturados, incapacitados para hacer este ataque.

Porque les pregunto lo siguiente: si la UNICEF, la organización mundial de protección a la niñez, que tiene su sede muy lejos de Callao y Rivadavia y es un organismo de las Naciones Unidas, por lo tanto es un organismo de Estados Unidos, de Gran Bretaña, del imperialismo; si esta organización les mandó un documento diciendo “ojo, el presupuesto de ustedes prevé una caída brutal en la asistencia a la niñez”, ¿de cuánto? De un billón, es decir de un millón de millones de pesos menos que el año pasado. El año pasado fue de dos billones setecientos mil millones de pesos, este año es de un billón seteciendo mil millones de pesos. ¡Un billón menos! Y las exenciones a las patronales, en cambio, la autorización a las patronales para no pagar impuestos, equivale a 30.000 millones de dólares. ¿Y esto quién lo dijo? Massa. Massa dijo “estamos pagando mucho a las patronales, el 4,7 % del PBI, 30 mil millones de dólares”. El presupuesto este, ¿reduce, elimina, esta franquicia a la patronal para no pagar impuestos? ¡No! Mantiene el 4,7 % del PBI. Es decir, actualiza con inflación esas mismas exenciones impositivas. Y 30.000 millones de dólares es mucho más que lo que el gobierno dice que tiene como déficit fiscal. Porque dice que tiene como déficit fiscal 12.000 millones de dólares. Si nada más agarráramos una lapicerita, como le gusta a Cristina Kirchner repartir lapiceras, y suprimiéramos de un saque que la industria automotriz, el capital de FIAT, General Motors, Toyota, no deje de pagar impuestos cuando invierte; si les sacamos las subvenciones a los de Vaca Muerta, que reciben del Estado un precio superior por el gas y por el petróleo que el que está establecido digamos en el mercado; si sacáramos todo esto, ¡se terminó el déficit fiscal! El Banco Central no tendría que emitir para financiar un déficit fiscal. Y como todo el mundo dice que cuando el Banco Central emite dinero para financiar el déficit fiscal se produce la inflación, si esto fuera cierto, se terminó la inflación. Pero es atacar a los capitalistas. Si todo esto es así, no es entonces un plan de ataque a los capitalistas, ni sólo un Presupuesto: lo que están discutiendo acá es un plan de ataque a los trabajadores.

El valor de esta concentración frente al Congreso no es que vamos a impedir que lo aprueben. No. No se puede impedir con esta manifestación que lo aprueben. Pero ellos, hoy, lo que van a hacer es redactar el plan de ataque nuevo, encima de los planes de ataque anteriores. A partir de ahora lo van a tener que poner en práctica. Y nosotros, Política Obrera, estamos acá para decirles a los trabajadores que están aprobando un plan de ataque. Van a atacar tu casa, van a atacar a tu familia, van a atacar tus derechos. La CGT no está acá, pero por una razón elemental: están votando el plan de ataque. Ahí están los Pablo Moyano, los Sergio Palazzo; lo que los diarios llaman “la izquierda”: Juan Carlos Alderete, Grabois -si no está Grabois personalmente está el grupo político de Grabois- quien hoy, frente a este plan de ataque, está en el Vaticano con Macron, el jefe del imperialismo francés [Desde el público: “¡Y Macri!]. Por supuesto que Macri, pero no importa Macri ahora, porque a Macri le conocemos los dientes y las garras, pero los que dicen que están en contra de Macri están votando con Macri este plan de ataque contra los trabajadores. Y si alguno de ellos no lo vota, ha ido a poner el trasero arriba de la banca para que haya el quórum que permita que sea aprobado. Están votando un plan de ataque.

Esta disminución del gasto con la niñez es un de los más, digamos, evidentes. ¿Pero y el 15% de reducción a la educación? Ustedes saben que ellos se llenan la boca diciendo que la educación resuelve todo. Parece que es verdad que resuelve todo, porque le bajan el 15 %. Por medio de la educación no se puede resolver absolutamente nada con presupuestos disminuídos y salarios docentes que también están alrededor del costo de la canasta familiar. Podan ahí, no podan a las patronales. Es más, no les ponen un impuesto especial a las propias patronales. Y el famoso impuesto a las ganancias inesperadas, ¿dónde está? Inesperadas quiere decir que ganan el doble o el triple porque el precio de lo que producen subió el doble o el triple por la guerra, por la crisis o por lo que fuere. No está ese impuesto. Si aplicaran ese impuesto y además les sacaran estas subvenciones a las patronales, Argentina va a Qatar con el presupuesto con mayor superávit del mundo. Pero hay que atacar a las patronales y este es un plan de ataque a los trabajadores.

Pero mientras le bajan el 15 % a la educación, cuidado, las cuotas de la educación privada pueden ser descontadas del impuesto a las ganancias. Es decir que ellos quieren la destrucción de la educación pública del Estado para favorecer, y lo hacen, a la privada. ¿Qué es la privada? La privada es la que hacía presión para que fuéramos a clase en pandemia, para que fuéramos a clase con un sistema de inmunidad de rebaño. El plan que aplicó Bolsonaro, el plan que aplicó Trump y en general el plan que aplicaron todos los capitalistas. Entonces vamos al otro plan de ataque: el plan de ataque a la salud. Compañeros: aunque muchos sectores progresistas se esfuerzan por ocultarlo, la pandemia continúa. La secuela de la pandemia también. Y en muchos lugares se están discutiendo medidas especiales para un rebrote de esa pandemia porque la circulación del virus no terminó. En ese momento, cortan la salud. ¿Y qué cosa no cortan? No cortan la cuota del pago de los intereses de la deuda pública, que se lleva el 15 % del presupuesto nacional.

Esta gente hoy va a cometer un delito de lesa humanidad contra los trabajadores. ¿Por qué? Porque no va a discutir, va a dar por aprobado, va a dar para que siga que el Banco Central pueda emitir dinero cuando los títulos de la deuda pública caigan; salir a comprarlos para impedir que el precio del título que tiene el acreedor no caiga y el pobrecito se perjudique. Y para que no se perjudique, van a emitir dinero. ¿Cuánto? Lo que sea. Pero ellos dijeron que emitir dinero es inflacionario. Entonces hagamos las cuentas: si emitir dinero es inflacionario, si eximir de impuestos a los patrones es inflacionario, lo que tenemos, compañeros, en el plan de ataque este es que es un presupuesto in-fla-cio-na-rio. La inflación no cae de casualidad. Forma parte del plan de ataque. ¿Por qué? Porque la inflación te baja el sueldo, la inflación te baja el gasto social, la inflación te baja el gasto educacional. ¿Pero qué te aumenta? Te aumenta el IVA. Cuando vayas al supermercado, con mayor inflación, el impuesto a los productos que vos comprás es mayor en la misma medida que aumentó la inflación.

Lo que el FMI les dice es “háganse los boludos, ustedes digan que vamos a combatir la inflación. Pero hoy en Argentina hay dos formas de cumplir este plan de ataque: o le bajamos la cabeza al movimiento obrero y lo reducimos a la impotencia -algo que no podemos, si lo intentamos, nos puede ir muy muy mal-; pero tenemos otro método: la inflación. Entonces no nos peleamos con nadie y dejamos que la inflación haga el trabajo sucio de devorar los ingresos de los trabajadores y potenciar los ingresos de los capitalistas”. Es un plan de ataque. Basta mirar la realidad social en estos términos, en términos de trabajadores y capitalistas, para que gran parte del lenguaje cobre otro significado, cosa que el lenguaje inclusivo no lo hace. Porque el verdadero lenguaje inclusivo sería decir que el presupuesto es un plan de ataque, que lo hacen los políticos del capital, que los que luchamos con la clase obrera nos movilizamos en contra y que le vamos a dar batalla. No Política Obrera, eso es muy presumido, compañeros. La clase obrera de Argentina les va a dar la batalla hasta el final y les va a demostrar que no va a ser con inflación tampoco que van a acabar con [INAUDIBLE POR LOS APLAUSOS] del trabajo.

Es a la luz de esto que tenemos que observar lo que ha venido ocurriendo en el último tiempo, en parte después del atentado a Cristina Kirchner, pero mucho más cuando se desarrolló el conflicto del neumático y del SUTNA, cuando determinados políticos empezaron a decir “hay que meter bala”. La senadora radical Carolina Losada, decía: “hay que aplicarles el Código Penal”. Madanes, el patrón de FATE, “con las leyes no alcanza”. ¿Qué significa “con las leyes no alcanza”? Tenemos una ley que nos favorece, pero la resistencia obrera hace que finalmente no podamos aplicar la ley. No alcanza la ley. ¿Qué pasa cuando no alcanza la ley? Ya sabemos, en Argentina, tanto o más que en otros países: lo tuvimos a Viola, lo tuvimos a Galtieri, lo tuvimos a Videla primero, lo tuvimos a Onganía, lo tuvimos a Lanusse, lo tuvimos a Aramburu, lo tuvimos a Rojas... El Código Penal y meter bala: lo que está discutiendo la política capitalista es “cómo respaldamos este plan de ataque”. Y acá viene este debate que va cobrando cada vez más fuerza, y para el cual se usa el conflicto con los mapuches para decir “está amenazado el Estado”, “está amenazada la soberanía nacional”, “Argentina está en peligro de ser absorbida por los mapuches” –no por el FMI, no por los capitalistas del litio, por los mapuches-. ¡Pero si los mapuches son el origen de la Argentina!

Entonces, “meter bala”, represión. No debemos nunca descuidar ese aspecto, aunque a veces parece que fuera lejano, y todavía menos cuando en las últimas 48 horas se está discutiendo más fuerte que nunca el uso de armas nucleares en la guerra de la OTAN y Rusia. Más que nunca, porque es una guerra sin salida. Miren si será una guerra sin salida que un bloque del partido demócrata norteamericano redactó un texto para que lo lea el presidente Biden, con algunas ideas de cómo se podría alcanzar un acuerdo de paz. Lo vi hoy a la mañana. Antes de venir acá, vi en un lugar que habían retirado esa propuesta. “No me incomoden, nosotros vamos a esta guerra”. Y lean el diario Clarin de esta mañana, hay una brigada de tropas aerotransportadas de Estados Unidos a diez kilómetros de Ucrania,, para intervenir abiertamente en Ucrania y formalizar la guerra de la OTAN -directamente la OTAN y no Ucrania, digamos- y Rusia. Entonces, los lacayos locales, los Pichetto, las Losada, Milei, Macri, los lacayos locales escuchan todo eso y dicen “entonces nos tenemos que preparar. Vamos a un frente mundial de ataque a los trabajadores. No podemos permitir que un primer ministro en Gran Bretaña dure tres meses. Si la crisis nos va a voltear primeros ministros con tanta facilidad, los trabajadores van a comprender algo que hace miles y miles de años hemos tratado de que no entiendan y que nosotros -los capitalistas- no podemos disimular más: que gobernamos para nosotros mismos”. Y si no, ¿cómo es que se corta el presupuesto de salud? Es un crimen. Y esto es un crimen porque la lucha de los residentes es nada más que la punta del témpano. El sistema de salud en Argentina está quebrado, desde el PAMI a las prepagas, de las estatales a las privadas y las obras sociales. Por eso se están atreviendo a estas dos cosas que denunció Ramal. Una, desfinanciar el tratamiento de enfermedades complejas y, en segundo lugar, condicionarla desde el punto de vista jurídico a obtener una sentencia firme cuando se necesita urgencia en ese tratamiento. Este es el plan de ataque. Y no están acá los de la CGT. Y no están acá los combativos de la CGT. Ahora le dieron una ventaja a Pablo Moyano en un punto particular del convenio y ya está, se terminó el griterio de Moyano y va a arreglar un acuerdo en cuotas, etcétera, etcétera, que va a seguir bajando el salario de los camioneros. Pero no sólo la CGT no está acá. ¿Y por qué no sólo la CGT no está acá? Porque en la vida cada uno tiene sus prioridades. Y para alguno la prioridad no es estar acá: la prioridad es lanzar candidatos para las PASO -si es que hay PASO- para las próximas elecciones. Esta semana va a haber actos muy bien organizados, muy bien financiados, para proclamar candidatos o por lo menos para insinuarlos. Y como todo el mundo sabe, no se pueden hacer dos actos en la misma semana. No vaya a ser que alguien se rompa algún cartílago con dos actos en la misma semana. Uno ya sabe muy bien que si uno renuncia a hacer dos actos por semana está simplemente renunciando al propio método de una revolución social, que son más de dos actos por semana. Pero hay una prioridad electoral. Y hago esta crítica desde alguien que entiende que es importante tener un planteo electoral. Muy importante. Pero no a condición de renunciar a combatir el plan de ataque. No sólo eso: si voy a elecciones, quiero que me voten porque el día que se discutió el plan de ataque estuve en la calle para pelear contra ese plan de ataque.

Este Presupuesto es tan grave como la reforma previsional de Macri y no tenemos esas columnas que había en aquel momento. Porque muchos de los que vinieron aquella vez, por ejemplo Baradel, llamo desde acá, de esta tribuna, para señalar en todos los sindicatos que estos burócratas progresistas como Baradel, como el subte, como tantos otros lugares, no abren el pico porque son cómplices del plan de ataque. Porque el que no denuncia un plan de ataque contra la clase obrera y no hace una propaganda y una agitación contra ese plan de ataque, es un cómplice de ese plan de ataque. Es fundamental. Ahora, el plan de ataque lo tienen que poner en práctica. Todavía lo tienen que poner en práctica.. Es un plan inflacionario, es un plan de duro ataque. Los precios van a crecer. Y en la medida que los precios van a crecer, toda la economía se va a desestabilizar, más de lo que está desestabilizada. Y como consecuencia de eso va a haber nuevas crisis económicas, fugas de los pesos al dólar, y va a haber devaluaciones y va a haber golpes de todo tipo, porque para un plan de ataque en estas condiciones se requiere un comando unificado que ellos no tienen. La primera condición de un comando unificado es tener definitivamente un plan integral, y esto es un plan de ataque para ir probando la resistencia de los trabajadores.

En este escenario llamamos a una lucha sistemática. Llamamos a enfrentarlo en cada lugar de trabajo. Llamamos a hacer algo menor: hoy, mañana, este fin de semana, en muchos comedores del Polo, digo una propuesta, con palabras sencillas explíquenle a las compañeras y compañeros de los comedores qué es este presupuesto, qué es este plan de ataque. Tenemos que hacer que tenga conciencia de la política del país el mayor número de trabajadores. Porque no se puede proclamar el objetivo de un gobierno de trabajadores sin preparar a los trabajadores para ser gobierno. Lo primero que nosotros haremos cuando seamos gobierno, entre otras cosas, es tener un Presupuesto de trabajadores que va a ser también un plan de ataque, pero un plan de ataque de los trabajadores contra el capital.

Vamos, compañeros. Esta jornada ha sido muy importante y la vamos a recordar como importante y como un jalón en la lucha en la que estamos todos empeñados, grandes masas de trabajadores, en Salta, en Santa Fe, docentes, aceiteros, neumático, metalúrgicos; los secundarios, que tienen el derecho a votar, pero no tiene el derecho a conseguir las condiciones de sus escuelas y las cuales hoy Larreta quiere llevar a la justicia y cargarlos de penas y de multas y de sanciones. Es una batalla frontal. Es una batalla internacional, en todos los terrenos.

Adelante, compañeros.

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