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Camioneros acordó un aumento anual del 107% más un bono de fin de año de 100 mil pesos. Por el lado patronal suscribieron los representantes de la Federación Argentina de Transporte y Logística (Faetyl), la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) y la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Carga (Catac) y está vez al frente de la negociación. Por el lado sindical estuvo Hugo Moyano en persona, quien suele aparecer por lo general a la hora de cerrar los acuerdos. En una suerte de teatralización de las negociaciones paritarias, los Moyano alternan roles: el hijo reclama y amenaza con tomar medidas de fuerza, ante la negativa de los empresarios a conceder las demandas gremiales, para luego aparecer Moyano padre y dar cierre al acuerdo. Una maniobra gastada de la burocracia camionera para evadir la participación de los trabajadores en el reclamo. Es por eso que tanto del lado del gobierno como del sector empresarial, bajo amenaza de paro nacional de camioneros, declaraban que confiaban en que se iba a llegar a un acuerdo.
El aumento consiste en una suba del 107% en cuatro tramos: 27% en noviembre, 27% en febrero, 27% en mayo y 26% en agosto. El bono de 100 mil pesos también se pagará en cuatro cuotas: marzo, abril, mayo y junio de 2023. La negociación también incluye el pago de un adicional por profesionalidad para los choferes de larga distancia equivalente al 10% del básico de un chofer de primera, el cual se integrará en cuatro tramos de 2,5% en los meses de noviembre, febrero, mayo y agosto de 2023 respectivamente. Por último, el aumento de los adicionales ya establecidos por actividad del 10% al 12% sobre el básico para las actividades de correo y un 14% para aquellos trabajadores que ingresan a cámaras de frío por debajo de los 0 grados.
Señalamos que estamos ante un recorte salarial ya que la inflación anual que va de enero a diciembre se proyecta por arriba del 100%. En ese sentido "Si se tiene en cuenta que este año los choferes de camiones cobraron una mejora de 12,5% en marzo (correspondiente a la paritaria de 2021) más el incremento acumulativo de 31% del semestre mayo-octubre a los que se suma ahora la cuota inicial del nuevo aumento (de 27% también acumulativa), culminarán en diciembre con un aumento anualizado del 82,1%, varios puntos por debajo de todas las estimaciones del cierre de inflación de 2022" (Clarín, 27/10). Es por eso que al salir de la negociación Pablo Moyano declaró que "estaban muy contentos porque había superado sus expectativas": lo que estaba diciendo en realidad es que habían logrado mantener el aumento dentro de los márgenes establecidos por el gobierno, un 85% pero que sobre la extensión de los plazos en 18 meses se podía presentar como un conquista del 107%.
Sin embargo, en el bolsillo de los camioneros, los más de 20 puntos por debajo de la inflación se reflejarán al finalizar el año con sueldos que seguirán orillando la línea de pobreza, hoy establecida en 130 mil pesos.
Advertimos a los trabajadores camioneros que la burocracia moyanista en esta negociación ha entregado el aguinaldo, una conquista histórica del movimiento obrero, para colocarlo en línea con las sumas no remunerativas que revisten en carácter de bono como paliativo a este déficit que provoca la firma de paritarias a la baja. Es decir que lo que históricamente representó un sueldo anual extra lo han entregado a las patronales para compensar el pago de sueldos bajos.
Los ítems de viático y comida merecen un renglón aparte. Representan el 35% del sueldo y solo se perciben por presencialidad. Es decir que si un camionero está de licencia ya sea por vacaciones, enfermedad, art o, como sucedió en la pandemia, por pertenecer al grupo de riesgo solo cobra el básico que como señalamos en la nota anterior,entra cómodo muy por debajo de la línea de pobreza. Este conformado del sueldo en sí mismo es objetivamente una reforma laboral en los hechos. Las patronales lo siguen teniendo como método de disciplinamiento para que los camioneros vayan a trabajar si lo quieren cobrar aun estando enfermos, en su defecto perdiendo ese derecho.
Si bien en las últimas dos negociaciones los Moyano lo colocaron como punto de reclamo para que pasen a ser remunerativos, esto no prosperó. A vistas de lo acontecido no hay un interés real en que se integre al sueldo.
Hugo Moyano, en sus 48 horas de participación directa sobre la negociación, se encargó de dejar en claro su apoyo al gobierno. "Si el Presidente va por la reelección, yo lo apoyaría" (Ámbito, 27/10), lo que ponía en evidencia que lo del paro nacional era puro circo, ya que nadie le hace paro al gobierno que apoya. En ese sentido también dijo reiteradas veces entender la situación de los empresarios. Los Moyano colaboran para que la crisis se siga descargando sobre los trabajadores acorde a lo pactado entre el gobierno y el FMI.
En este escenario de agudización de la crisis está planteada objetivamente la superación de la burocracia sindical en defensa del salario, que en regla vienen entregando en paritarias, negociación tras negociación. Esa entrega del salario que lleva adelante Moyano para alinearse con el gobierno traerá necesariamente una reacción de los camioneros que no podrá contener.