Lockout de los frigoríficos: el Gobierno vuelve a postergar el fin de la media res

Escribe Pablo Busch

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El gobierno nacional volvió a postergar hasta enero la prohibición del transporte de la media res al hombro.

Luego de dos años de postergaciones, había anunciado que a partir del 1 de noviembre quedaba prohibido el transporte de carne en su formato de media res, obligando a los frigoríficos y matarifes la utilización del troceado. La postergación es una nueva concesión al reclamo de las cámaras empresarias y al lobby de los gobernadores. Al igual que las cámaras del transporte y los exportadores de soja, las industrias de la carne habían anunciado el inicio de un lockout contra la medida del Gobierno. Al igual que en los demás casos, el Gobierno retrocede en toda la línea.

Los frigoríficos de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos emitieron la semana pasada un comunicado anunciando que "no se recibirá hacienda a partir del día lunes 31 de octubre y no habrá actividad de faena o distribución de carnes desde el 1º de noviembre, en virtud de la vigencia de la normativa relativa al troceo y la falta de autorización de utilización de medios mecánicos para su descarga". Durante la tarde de hoy, la Secretaría Agrícola del gobierno recibió a los representantes de la industria de la carne y anunció una nueva postergación, algo que promete repetirse.

La medida había sido apoyada por la Cámara Empresaria de Frigoríficos exportadores ABC. Este grupo empresario ya trocea la carne para su exportación, por lo que la medida le permitiría hacerse de toda la porción del mercado de los que no lleguen a adaptarse a la resolución

La existencia todavía de la media res es un buen retrato de las condiciones de trabajo de la clase obrera rural en la Argentina; el transporte al hombro de la media res está prohibido en la totalidad de los países del mundo, con excepción de Argentina y Paraguay. El peso de la media res parte de los 90 kilogramos, peso que al poco tiempo destruye la espalda de los trabajadores. El troceado pondría como límite a la carga de 32 kilogramos –todavía 12 kg por arriba de las recomendaciones de la OMS. El Ministerio del Trabajo, en el año 2003, reconoció los trastornos de salud relacionados con el trabajo y aprobó especificaciones técnicas sobre ergonomía y levantamiento manual de cargas. Posteriormente, se dictaron normas específicas para la industria de la carne en el año 2020, cuya implementación fue postergada hasta ahora. El mismo problema está planteado para distintos ramos de la industria: las bolsas de cemento, por ejemplo, siguen siendo en Argentina de 50 kilos.

Una polémica que se desarrolla desde las cámaras empresarias tiene que ver con la utilización de un sistema mecánico para bajar piezas en las bocas de expendio, algo que serviría para continuar con el transporte de medias reses. El Gobierno no ha fijado posición al respecto, aún cuando es evidente que un sistema de carga mecánica en los mataderos no serviría para la carga y descarga en las carnicerías, donde el trabajo seguiría haciéndose a lomo.

Según el medio especializado Bichos de Campo (6/10), la industria de la carne amenaza con la creación de un mercado negro: "los temores del grueso de la industria a que la imposición de un troceo forzoso de la media res provoque la instauración de un doble estándar sanitario dentro del mercado de la carne en la Argentina, tal como advierten algunos especialistas, que alertan sobre el peligro de un corrimiento de buena parte de la industria hacia la marginalidad. En otras palabras, significa que una parte de la industria seguirá mandando medias reses al mercado más allá de lo que ordenen las autoridades".

Otro punto de debate es si el transporte de carne troceada haría subir todavía más el precio de la carne respecto del de media res, en medio de subas interanuales ya por arriba del 100%. Desde el sector que se opone a la medida, declaran que sí, porque la adaptación de la industria, de las cámaras frigoríficas y el trabajo que requiere el troceado incrementarán un 15% los costos. Sin embargo, los carniceros al comprar la media res se ven obligados a trasladar subas a los precios de aquellos cortes que menos demanda tienen, mientras que con el cuarteo van a comprar solo los cortes de mayor demanda.

Párrafo aparte merece la posición de la Federación de Trabajadores, dirigida por Fantini, que firmó junto a las Cámaras patronales un reclamo al Gobierno en defensa del transporte de media res. Según dice el comunicado, "los frigoríficos no tienen recursos para invertir en lo necesario para el troceado". La espalda de los trabajadores debe ser sacrificada entonces por la falta de inversión de los matarifes. Los frigoríficos corrieron con la vaina al gobierno de los Fernández. El lockout anunciado ni había empezado y el gobierno enseguida concedió una nueva postergación.

Ni la más mínima condición de trabajo de la clase obrera puede ser resuelta por este gobierno.

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