Escribe Mariano Hermida
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A fines de noviembre se desarrollará el Congreso de SUTEBA. Será precedido por asambleas en los distritos de la provincia de Buenos Aires. Se pondrá a votación la memoria y el balance de la dirección, y la política gremial para el 2023.
El ciclo lectivo 2022 culmina con una serie de paros provinciales de carácter autoconvocado que reflejaron el ánimo de lucha que recorre a la docencia por un conjunto de reivindicaciones.
El poder adquisitivo de los salarios ha perdido 25 puntos en los últimos 7 años. Los “aumentos” en cuotas que firmó el SUTEBA con Kicillof han sido devorados por la inflación. El salario básico es de indigencia, y el de bolsillo, para el docente que se inicia, de pobreza. Esto es lo que obliga a la sobreexplotación de tener que trabajar hasta tres cargos para poder llegar a fin de mes. La desocupación y la precarización laboral entre la docencia avanzó de manera estrepitosa (Planes ATR, FORTE, Fines), todos por fuera del Estatuto del Docente. Baradel es cómplice de la destrucción del régimen jubilatorio docente (82% móvil), que está siendo barrido por la incorporación en el recibo de sueldo de cifras en negro, adicionales, no remunerativos, etc. En el nivel primario, el gobierno de manera despótica pretende imponer el incremento de la jornada laboral (5ta hora) modificando el actual régimen laboral que establece el estatuto en 4 hs diarias. Nuestra obra social (IOMA) se encuentra cada vez más vaciada y con menos coberturas. En materia de infraestructura escolar, el estado de los edificios es calamitoso, faltan cargos y construir cientos de escuelas. En el último período la docencia ha sido víctima de todo tipo de ataques -llegando a la agresión física- sin que la dirección de escuelas tome ninguna medida de resguardo ni de protección. Ejercer la docencia en la actualidad se ha convertido en un trabajo de “riesgo”. En las escuelas se condensa la degradación de un régimen social, económico y político, que ha hundido a la población en un 50% de pobreza.
El gobierno ha recortado el presupuesto educativo, primero en $50.000 millones de pesos (programas conectar igualdad y refacción de jardines) y viene de aprobar –junto con los macristas y radicales- el presupuesto 2023 con una poda de 15,5% en materia educativa, sin tocar ni un solo peso de subsidios que recibe la educación privada-clerical. Yasky (CTA) levantó la mano contra este ataque a los trabajadores en el Congreso. Baradel no movió un dedo para impedir la aprobación de un presupuesto que es hiper inflacionario y devaluatorio. Cuando el FMI manda se termina la “grieta”, en pos de asegurar el pago de la deuda.
La dirección celeste de SUTEBA forma parte del gobierno nacional y provincial. Son defensores del sindicalismo de la “colaboración” y el “consenso”, en este caso, de un gobierno fondomonetarista que ha producido un feroz ajuste sobre salarios y jubilaciones. Yasky y Baradel lo plasmaron en un encuentro con el embajador Stanley en la sede norteamericana para avalar todo el rumbo de ajuste del FMI, que incluye la destrucción de los regímenes jubilatorios docentes. La burocracia de SUTEBA ha vaciado el sindicato. No promueve que las bases participen de las decisiones. Los plenarios son “informativos”, dónde está prohibido votar. La baja participación en las últimas elecciones del sindicato y el proceso de desafiliación reflejan el enorme distanciamiento que hay entre la dirección y sus afiliados. Es una burocracia sindical agotada histórica y políticamente que los trabajadores docentes debemos superar para abrirle un rumbo al movimiento docente y la educación. Defendemos la autonomía política de las organizaciones sindicales frente al Estado y su funcionamiento mediante asambleas y plenarios de delegados con mandatos de base.
Promovemos la realización de auto convocatorias que preparen una huelga general por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar por cargo ($250.000), indexado por inflación. Una asamblea general –de afiliados y no afiliados- debería evaluar en febrero si existen las condiciones para comenzar el ciclo lectivo 2023.
La clase capitalista pretende imponer una mayor fragmentación del conocimiento, reemplazando la educación de carácter universal y científico por el desarrollo de “habilidades y saberes”. En CABA esta contrarreforma educativa ya viene aplicándose con la “secundaria del futuro”, eliminando materias y contenidos por ‘educación financiera’ y pasantías laborales en empresas. Devaluar conocimientos para generar una fuerza de trabajo barata y precarizada, que es lo que plasma en todas las reformas curriculares y académicas de los diferentes niveles. Se busca adaptar –aún más-la educación a la precarización del mundo del trabajo que exige un capitalismo en declinación. Para cumplir con este objetivo anti educativo, deben liquidar las condiciones laborales históricas del trabajador docente. El gobierno nacional y la CTERA están debatiendo de espaldas a la docencia un “nuevo convenio laboral docente”.
Defendemos una educación de carácter universal, científica y laica, que debe estar unida a la lucha por la revolución de las actuales relaciones sociales. Por el aumento del presupuesto educativo bajo control de los docentes y la comunidad educativa, y el fin de los subsidios a la Educación Privada. Un congreso de trabajadores de la educación para elaborar un plan de estudios. Es necesario la lucha por una educación política y emancipadora que sea una herramienta de combate contra el imperialismo, las guerras y la explotación. Una auténtica educación transformadora sólo puede ser obra de un gobierno de trabajadores.
Llamamos a la docencia a votar en contra de la memoria y el balance de la conducción provincial del sindicato y a defender el siguiente programa:
Salario inicial por cargo igual al costo de la canasta familiar ($250.000); todas las remuneraciones en blanco, de una vez y computables para jubilación. Paritarios electos por la base. Independencia política de las organizaciones sindicales.
Abajo las reformas anti educativas y la 5ta hora en la Escuela Primaria. Defensa del régimen del 82% en términos integrales y del Estatuto del Docente
No al vaciamiento de IOMA. Cobertura de todas las prestaciones. Por un IOMA dirigido por sus afiliados.
Por aulas de veinte alumnos por docente; creación de los cargos faltantes, actos públicos regulares. Pase a planta bajo estatuto de todos los planes educativos precarios. Plan de obras de infraestructura escolar y aumento del presupuesto educativo bajo control de la docencia.
No al pago de la deuda, por la ruptura con el FMI y el control obrero de las cuentas de las grandes empresas y bancos, por parte de los trabajadores.
Por una educación socialista. Por un congreso de trabajadores y la huelga general.