Paro de estibadores en el Puerto de Rosario

Escribe Mauri Colón

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Los trabajadores de la Terminal Puerto de Rosario (TPR) nucleados en el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) han iniciado, hace casi una semana, una cruda lucha contra Vicentín y Ultramar, de capitales chilenos, las dos empresas que concesionan el Puerto de Rosario. Las reivindicaciones que reclaman los estibadores son la reincorporación de más de 600 trabajadores despedidos y la recomposición salarial. 000000000

El conflicto laboral tomó fuerza cuando los trabajadores del SUPA estaban reclamando la activación de la cláusula de revisión con la Terminal Puerto Rosario, debido a que "el acuerdo salari al para este año la inflación lo borró”, dijo el secretario general del SUPA Rosario, en un móvil a Cadena 3. Además, reclaman un bono extraordinario de 120 mil pesos, junto a cuestiones ligadas con las condiciones laborales como, por ejemplo, la incorporación a planta de otros trabajadores precarizados de contratación eventual. La patronal, con los fugadores de Vicentín a la cabeza, respondieron al pedido gremial con 600 despidos y bajo la amenaza que otros 500 puestos laborales corran con la misma suerte, debido a que hace meses la gerencia del Puerto habla de una restructuración del personal contratado. Según obreros portuarios, los aprietes de las patronales portuarias cada vez que se busca discutir aumento salarial son habituales.

En respuesta, los trabajadores lanzaron paros y manifestaciones en los portones de entrada al Puerto y en las inmediaciones. Los obreros han advertido que en caso de no llegar a buenos términos, la huelga podría extenderse, primero a los puertos del Cordón Industrial. Y luego, a una medida de fuerza de alcance nacional debido a que en otros puertos del país también hay luchas en curso. La magnitud del conflicto en el puerto más importante del país, de donde sale el 80% de las exportaciones de la nación, generó la intervención del ministerio de Trabajo citando a las partes a negociar. El pasado lunes, los trabajadores acataron la conciliación obligatoria, esperando el miércoles una nueva reunión con las patronales.

En una provincia donde durante todo el año fue sacudida por extraordinarias luchas obreras, como la de los docentes estatales, es necesario un congreso obrero para discutir una salida para los trabajadores santafesinos y poner en agenda la necesidad de una huelga general provincial, por salarios que superen la inflación y que cubran la canasta familiar; contra los ataques patronales privados y estatales, y que esta sea la herramienta de lucha, organización y coordinación para la clase obrera provincial.

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