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Como se anunció en Política Obrera, la fractura en la mesa NUM de Santa Fe quedó expuesta a cinco días del 25N, “el día contra la violencia hacia la mujer”. Un amplio sector encabezado por el Partido Justicialista, el Partido Socialista, el PCR, Amsafe la capital, Sadop y algunos sellos con distinta importancia, hicieron una asamblea clandestina este lunes y definieron “refundar la NUM” por fuera del organismo. La división del Encuentro Nacional de la Mujer se ha instalado en la Provincia.
En el texto que circuló, también clandestinamente, después de ese encuentro, más algunas fotos perdidas en redes, se acusa a la mesa NUM de antidemocrática y de usurpación de asambleas y páginas oficiales. A renglón seguido, afirman, se llamarán, de aquí en más, “Asamblea Ni Una Menos”, al menos por un tiempo. Esta reivindicación asamblearia, de parte de estos aparatos, es una ironía.
El problema político es que frente a la consigna de la mesa NUM contra el ajuste de los Fernández, Perotti y el FMI, la flamante asamblea contrapuso el planteo de una “reforma judicial transfeminista”: los rupturistas se inscriben con fuerza en un planteo identitario de la cuestión de la mujer, para oponerlo al planteo político y social, que los perjudica como fuerzas gobernantes. Esto ilustra la trampa de convertir al movimiento de la mujer en un frente pluriclasista y ‘popular’. Las “transfeministas” reivindican la protección en las tareas de cuidado y del hogar, una carga que se ha convertido en un negocio internacional enorme para los prestadores empresarios del servicio de cuidados. Se movilizan a los Tribunales, pero rechazan hacerlo a la Casa de Gobierno o a la Legislatura.
Esta ruptura se preparó durante cierto tiempo atrás. Encuentra su base en la crisis que atraviesan las agrupaciones oficialistas en todo el país por las políticas de sus gobiernos fondomonetaristas, como así también al proceso electoral que se abre en 2023. La estrategia de vaciamiento de la jornada del 25N se manifestó en la ausencia de estas organizaciones en asambleas públicas y abiertas convocadas para su preparación. Ahora, el ataque a la convocatoria de la NUM dio nuevos pasos con la quita del escenario, sonido e iluminación por parte de la Provincia; y la quita de la luz y el corte de calle por parte del municipio, pedidos confirmados varios días atrás.
En otras palabras, no sólo no estuvieron dispuestas a dar los debates, sino que a su vez están utilizando todo el aparato del Estado frente a una convocatoria de alcance internacional. Seguramente, buscan evitar un pronunciamiento contra la guerra imperialista de la OTAN y contra la política criminal del régimen de Putin.
Esto sólo demuestra que los métodos para organizar la jornada, la consigna, los reclamos y el sostenimiento de una convocatoria independiente, fueron todas decisiones correctas. La mesa NUM continúa siendo una referencia histórica de lucha en la ciudad. Esta condición no se perderá si avanza en la lucha contra el régimen hambreador y todos sus partidos.
Quedará reforzar la convocatoria y el acto de este viernes a todas las organizaciones y partidos de Santa Fe, y proyectar futuras intervenciones para que la NUM continúe siendo un canal de lucha independiente.
