Tiempo de lectura: 2 minutos
Con una versión mucho menos concurrida, del 19 al 21 de noviembre sesionó en San Luis el 35° Encuentro Nacional de Mujeres 2022, sin los aditamentos plurinacionales y disidentes que acompañaron el realizado en octubre en la misma provincia. La organización de uno como el otro, estuvieron dominados por variantes que apoyan al gobierno nacional. En el cierre de esta segunda versión, se refrendó a Bariloche, también aprobado en el de octubre como la sede del próximo encuentro. Sería prematuro asegurar una ´reunificación´ del ENM. Un sector de mujeres agrarias, con apoyo destacado de la CGT de la Pampa, propuso a Gral. Pico. El Encuentro no reclamó la libertad y el desprocesamiento de las mujeres mapuches de Mascardi, presas políticas del gobierno "nacional y popular".
A la luz de los dos encuentros, se confirma que la división no es de principios ni de política. Ninguna mujer fue consultada acerca de ella, sea en los lugares de trabajo o en los barrios. Se agita que el ENM ´es de todas´, que no hay un “poder” y que se establecen ´consensos´, cuando en realidad las decisiones se toman por arriba, un enjuague en el que toman parte allegadas a los gobiernos, a la burocracia sindical, entrelazadas y cooptadas, o funcionarias mismas.
Política Obrera asistió en esta oportunidad con una pequeña delegación. Difundimos cuatro mil pronunciamientos. Nos presentamos en las comisiones para poder repartir nuestros folletos. A pesar de los escollos impuestos por algunas coordinadoras de los talleres, la aceptación de las participantes se encargó de evitar cualquier impedimento. También agitamos la movilización y el acto de cierre. En el debate, muchas compañeras reconocían haberse organizado para participar de los dos encuentros y poder terminar con la división. Por su parte, el FITU participó sólo del encuentro de octubre, dirigido por el PJ de los Rodríguez Saá y el feminismo kirchnerista.
En la provincia puntana
Una denuncia difundida entre las organizaciones participantes estima que la provincia gobernada por los Rodríguez Saá contribuyó con 350 millones de pesos para el encuentro de octubre, además de la contribución del gobierno nacional. El gobierno nacional y popular designó luego a la funcionaria puntana de Saá, Ayelén Mazzina, como ministra de Género y Diversidad. Apenas asumió, manifestó su oposición al derecho al aborto.
El número de asistentes fue menor a 10.000 compañeras. La marcha del domingo apenas alcanzaba cuatro cuadras. Sin embargo, para la agencia de noticias puntana ANSL se trató de "un nuevo acontecimiento histórico que traerá intercambios culturales, turísticos (sic) y económicos (sic) en beneficio de toda la sociedad puntana". Hubo talleres enteros con asistencia cero. Comisiones como la de aborto, derechos raciales y reproductivos no pudieron funcionar.
En el discurso inaugural, las organizadoras denunciaron “la invasión de Rusia a Ucrania”, sin decir una palabra de la OTAN. Luego, dejó de lado la agenda de la mujer trabajadora, el salario igual al costo de la canasta familiar, la precarización y el presupuesto de ajuste aprobado por el Congreso. No fue una instancia de organización para la lucha por todas las reivindicaciones de las mujeres.
El 25 de noviembre, Día contra la violencia contra la mujer, impulsemos una gran movilización contra la violencia capitalista en el trabajo y en todos los órdenes, responsable de la violencia en el hogar. Marchemos contra la violencia del gobierno que descarga el pago de la deuda sobre los trabajadores, y contra la violencia de la guerra imperialista de la OTAN y del régimen fascista de Putin.