Precariedad laboral para banderilleros y guardabarreras del ferrocarril Sarmiento

Escriben Marcos y Lisandro Martínez

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En las últimas semanas conocimos el caso de un compañero que trabaja en una barrera del Ferrocarril Sarmiento. Hace algunos años tuvo que pasar por dos operaciones de columna producto de un accidente laboral que le dañó dos discos y fisuró una vértebra. En esas condiciones, a principios de mes recibió tres sanciones por asistir a un tratamiento indispensable para recuperar todas sus aptitudes físicas y volver a sus tareas en condiciones de trabajar. El cirujano a cargo de la operación certificó que debe tener tareas livianas y por ende trabajar no más de 6 horas. Sin embargo, la patronal y la ART únicamente admiten un permiso temporal que el compañero tiene que renovar en forma permanente. La empresa y la ART presionan al comañero para que trabaje la jornada completa.

La desinversión y des-planificación saltan a simple vista en cada barrera. La política presupuestaria de la empresa es destinar 0 pesos, por lo tanto las garitas: 1. Carecen en general de apertura visual. 2. Su ubicación casi siempre es la incorrecta, 3. En general sin baños ni de hombre ni mujer (en 2015 ingresaron docenas de mujeres banderilleras y guardabarreras). 4. Las condiciones de mínimo confort para trabajar con bajas y altas temperaturas no existen, entendiendo que es una tarea donde la mayoría de la jornada es al aire libre. 5. Las barreras automatizadas se cuentan con los dedos de una mano en algunos ramales. 5. Nunca hay un plan de mantenimiento en tiempo y forma. 6. En todos los horarios la cantidad de personal es menor al necesario por las tareas que hay que desenvolver y principalmente en los horarios pico de tráfico dónde siempre está en riesgo la vida de trabajadores y usuarios. La falta de personal profundiza esos riesgos y los hace mayores cuando en varias barreras se necesitan dos compañeros de forma permanente.

Los puentes funcionan únicamente para el tránsito liviano, pero recargan las barreras más cercanas con el tránsito de camiones. A esto se suma la rotación horaria y de barrera.

El conjunto de reclamos que hoy tienen los ferroviarios surgen porque la patronal hace oídos sordos y pretende resolver los problemas de confort mínimo para los laburantes sin invertir una moneda.

Los compañeros de base son quienes conviven con la falta de estructura mínima de comodidades para hacer frente al trabajo por lo tanto lo atinado es propiciar reuniones de sector y asambleas para plantear una planificación de parte de los que trabajan en cada lugar. Elección de compañeros por sector (1 cada 10 o fracción), por la seguridad y para combatir descuentos y suspensiones arbitrarias.

Asambleas periódicas en cada sector y sección que mandate representantes a la asamblea general de la línea para darle salida a todas las iniciativas de dirección, de resguardo de las condiciones de trabajo de acuerdo a las leyes en vigencia y de reclamo de aumentos de salarios.

Comisiones obreras de Seguridad e Higiene electas por sector y turno para garantizar la salubridad de las tareas, en todas las especialidades para combatir la inseguridad, la precariedad laboral y represente a los ferroviarios que deben enfrentar el acoso indebido de la ART y la patronal de conjunto.

Jornada de 6 horas para todos los ferroviarios para acabar con la insalubridad de las tareas y así abrir la incorporación de un tercer turno donde ingresen familiares de ferroviarios a través de un listado controlado por las asambleas de cada sector.

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