La truchada del “home office” en Atento Salta

Escribe Catalina López

Tiempo de lectura: 3 minutos

Sólo después de que los medios periodísticos salteños se hicieran eco de las denuncias de los trabajadores de Atento por el incumplimiento de los protocolos de aislamiento social obligatorio decretados por el gobierno nacional, la multinacional habilitó el sistema de “home office".

Atento goza de la calificación de servicio esencial sólo para el servicio de call centers. Sin embargo, intentó seguir operando con normalidad con todas las demás campañas (ventas, cobros, etc.), sin importarle que los módulos de trabajo no resguardan la distancia obligatoria para evitar contagios de COVID-19; y sin establecer un sistema de desinfección regular de las instalaciones en donde circulan diariamente 1.200 trabajadores.

Bajo este cuadro, la mayoría de los operadores aceptaron la modalidad home office, pero ésta rápidamente comenzó a mostrar sus limitaciones. Es que cada operador debió garantizarse todas sus herramientas de trabajo, desde conectividad adecuada, hasta computadora, micrófono vincha, silla ergonómica, etc. Pero el problema central es que en la improvisación del home office ha llevado a que la mayoría de los 15 programas de trabajo no funcionen adecuadamente. A esto hay que sumarle que las comunicaciones con los clientes son muy defectuosas, al punto de impedir muchas veces terminar los procesos, perjudicando el rendimiento del operador. Ante el reclamo de adecuadas condiciones de trabajo, la respuesta patronal ha sido “vuelvan a trabajar a las plataformas", sin importarles las posibilidades de contagio y que en Salta se ha restringido el transporte público, encareciendo el costo de traslado diario.

A pesar de estas enormes limitaciones, las evaluaciones y auditorias sobre nuestros procesos se siguen llevando a cabo. Incluso se evalúan más llamadas que de costumbre, lo que puede significar descuentos, suspensiones incluso despidos. Esto también afecta el sistema de premios como las comisiones de ventas, lo que es un golpe directo al salario. El mal funcionamiento de los sistemas y la cuarentena llevaron a una caída de nuestras ventas y con eso un inminente recorte salarial que en muchos casos puede significar hasta un 30%, especialmente aquellas “campañas” que solo se dedican a vender.

La burocracia sindical de comercio y Atacc sólo reaccionaron cuando tomaron estado público las denuncias de los trabajadores de Atento, pero ninguno ha intervenido ante los problemas del home office. Por el contrario, el secretario gremial del sindicato de comercio, Ángel Ortíz, llegó a afirmar ante los medios que Atento cumple con todas las leyes y que los trabajadores que denunciaban a la empresa eran “gente que no quiere trabajar".

El gobierno provincial, también hace la vista gorda sobre Atento, cuando la provincia subsidia un porcentaje del sueldo de cada trabajador, en nombre de la “promoción del empleo". Esto aparte de otros beneficios fiscales. Sin embargo, Atento viola un sinfín de leyes laborales, no solamente las disposiciones propias de la cuarentena por el COVID-19. El personal a prueba, por ejemplo, se contrata y recontrata por mes durante un año, sin que esto asegure su pase a planta. Tampoco se respeta un correcto encuadre laboral ya que por el tipo de tarea que realizamos deberíamos estar encuadrados en el convenio colectivo de trabajadores telefónicos y no trabajadores de comercio.

La deliberación que se produjo en los dos edificios de Atento Salta, cuando la empresa intentó que sigamos trabajando como si nada una vez decretada la cuarentena nacional obligatoria, sigue por lo bajo por los enormes inconvenientes del trabajo home office. Es todo un dato ya que desde hace más de 10 años reina un clima de regimentación absoluta, después de que esta multinacional derrotó los intentos de organización sindical de un grupo de trabajadores. Es necesario transformar esta deliberación en organización para imponer las condiciones adecuadas para la implementación del sistema de trabajo home office, el pago del 100% de nuestro salario y que no haya descuentos, ni suspensiones, ni despidos como consecuencia de las auditorias.

Discutamos un protocolo de los trabajadores que imponga la licencia con goce de sueldo de todos aquellos compañeros que no prestan el servicio de call center. Que se cumplan las distancias en los módulos a razón de un telemarketer cada tres módulos. Por insumos de bioseguridad en todos los sectores. Refuerzo de la limpieza, desinfección y aireación regular de cada sector. Plus salarial para la cobertura de un transporte adecuado para evitar contagios. Estos resguardos deben cumplirse aun levantándose el aislamiento social obligatorio.

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