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Desde el primer momento en la mesa de negociaciones con el FMI, las jubilaciones fueron un tema recurrente.
Un informe elaborado a pedido del gobierno “alerta” sobre un déficit de $162.000 millones de los llamados “regímenes especiales”.
Los ”regímenes especiales” corresponden a sectores con condiciones jubilatorias diferentes a las generales, como ser los requerimientos de la edad, los años de servicio menores para acceder a la jubilación. Los trabajadores que gozan de este tipo de regímenes aportan entre 2 y 7 puntos más que el resto.
El informe -difundido por Clarín, 5/1- fue encargado a raíz de los compromisos con el FMI. Fue realizado por la Facultad de Ciencias Económicas a pedido de la Secretaria de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo. El mismo analiza el flujo de fondos de dichos regímenes, administrado por la ANSES.
El documento en cuestión contiene proyecciones sobre las cotizaciones (aportes personales y contribuciones patronales) y beneficios del Poder Judicial, docentes universitarios, docentes no universitarios, trabajadores del YCRT (Yacimiento Carbonífero de Rio Turbio), trabajadores de Luz y Fuerza, investigadores científicos y técnicos, y el servicio exterior de la Nación. El objetivo, dicen, era obtener información precisa sobre las obligaciones e ingresos para establecer las necesidades en el corto y mediano plazo. Los casos analizados fueron los de los docentes universitarios y no universitarios, científicos e investigadores, Luz y Fuerza, servicio exterior , judiciales y trabajadores de YCRT.
El déficit proyectado con esta fórmula de todos los regímenes es de $ 162.000 millones en 2023 que se incrementa año tras año hasta llegar a $ 688.000 millones en 2055. Según la conclusión del informe, a medida que aumenta la población que accede a los beneficios, el déficit es mayor.
Los datos que surgen muestran que la razón número uno del desfinanciamiento del régimen previsional es, desde la época Menen-Cavallo, la reducción de los aportes patronales del 33 % al 13 %, mantenida por todos los gobiernos de turno.
Según el staff del FMI, “el Ministerio de Trabajo en colaboración con la Universidad de Buenos Aires está finalizando un estudio (finales de diciembre del 2022) para facilitar la determinación de opciones para fortalecer la equidad y sostenibilidad del sistema, incluyendo una reducción de la fragmentación”. Se prepara el zarpazo y la ´unificación´ del sistema previsional bajo un régimen de miseria generalizada. Esto es reforzado en otro capítulo, donde el staff del Fondo señala: “como el gasto público fue mayor al acordado para el 2022, el gobierno deberá aplicar un ajuste fiscal mayor al previsto para cumplir los planes previstos”. La ´salida´ del Fondo apunta a recrear las condiciones para un nuevo desembarco de los fondos de pensión, las viejas AFJP, por la vía de la extorsión económica – por fuera de quienes tengan la posibilidad de reservar un fondo de capitalización, habrá, a lo sumo, una pensión asistencial a la vejez.
Frente a esto, la burocracia sindical de todo pelaje mira para otro lado porque se ha convertido en una espada del Fondo Monetario. La defensa de los regímenes especiales es fundamental. Necesitamos una agitación que prepare una acción unificada, incluida la huelga general, contra su disolución, en defensa de las jubilaciones, por la jubilación mínima igual al costo de la canasta familiar y el restablecimiento del 82% móvil.
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