Bono de fin de año en Sanidad: organicemos el reclamo para que lo cobren todos los trabajadores y trabajadoras

En el transcurso de las últimas dos semanas se ha ido abonando el bono de fin de año decretado por el gobierno nacional. Abundan las irregularidades.

Pese a que la fecha de pago estaba estipulada para diciembre, hay establecimientos que lo cobraron el 5 de enero y otros que recién lo están cobrando esta semana. Algunos establecimientos, como el sanatorio Güemes, aún no lo han cobrado.

A la demora en el pago se suma el hecho de que un gran número de trabajadores y trabajadoras no lo cobraron o cobraron menos del monto estipulado. Esto está generando una deliberación en los trabajadores y las trabajadoras, porque resulta que la mayoría de los sueldos de Sanidad apenas alcanzan los $150.000-$160.000, por lo que los trabajadores y trabajadoras nos vemos obligados a trabajar feriados y hacer horas extras para llegar mejor a fin de mes. A esto hay que agregar que, en el marco de la sexta ola de Covid, las patronales no han tomado personal, ofreciendo extras a las y los compañeros para cubrir los puestos de los compañeros y compañeras enfermos/as. Lo mismo sucede con las vacaciones. A su vez, hay una cantidad de trabajadores y trabajadoras que realizan jornada part time que cobraron proporcionales, es decir que, incluso cobrando por debajo de los $185.000 y no llegando a los $161.000, cobraron significativamente menos que los $24.000 estipulados por el decreto.

Las patronales abonaron como quisieron el bono, brindando escasa información a los y las trabajadoras. El rol de la conducción Celeste y Blanca del sindicato, cuyo dirigente Hector Daer fue uno de los negociadores y mentores del bono, fue de complicidad absoluta. Pese a que el decreto establece el pago en diciembre se encargó de difundir que el pago podía hacerse en los primeros días de enero. Brindaron escasa información transmitiendo "tranquilidad", cuando ya los trabajadores veníamos alertando sobre las irregularidades. La lucha por el bono es sumamente necesaria y urgente para poder paliar la pobreza en la que las y los trabajadores nos encontramos sumergidos, pero también es cierto que un bono no subsana nuestra inequitativa realidad, con salarios a la baja que no rozan siquiera la canasta básica familiar (valorada hoy en $270.000). No es más que un paliativo a un sueldo precario. Debemos encarar, también, una fuerte lucha por nuestros salarios que han quedado muy por debajo de la pobreza y que la lucha por el bono nos sirva como impulso o motor de lucha y resistencia, de cara a la revisión paritaria de febrero, para así lograr un sueldo digno. La situación está generando malestar en los compañeros y compañeras.

Repudiamos las irregularidades en el pago del bono y exigimos que las patronales abonen a todos los trabajadores y trabajadoras de la sanidad el bono de fin de año. Exigimos también paritarias acorde al costo de vida real.

Organicemos acciones, asambleas, reuniones, para conquistar este reclamo.