Discutamos la huelga general. Nota de tapa de Política Obrera N°62 edición impresa.
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Después de haber apelado a las escasas reservas del Banco Central para bajar el valor de los dólares financieros o paralelos, el gobierno se enfrenta ahora a otra corrida cambiaria.
En cuestión de días, la aventura de Massa terminó financiando una nueva fuga de capitales.
El fracaso de la tentativa de “estabilización de los mercados” está a la vista.
Los “parches” y maniobras no pueden con la bancarrota financiera del Estado, donde la deuda pública representa el 120 % de la economía nacional.
El dólar, de todos modos, no sube solo.
Los mismos monopolios que dolarizan sus activos se apresuran a hacerlo con los precios, a través de una remarcación general.
Los “precios justos”, apenas un puñado de productos en las góndolas, no pueden disimular el recrudecimiento de la inflación.
Una inflación que cabalga, además, al compás de los tarifazos en el gas y en la luz; del aumento en las prepagas y del reajuste anual de los alquileres, que representa un 80 % más de lo que los inquilinos venían pagando.
Pero la disparada del dólar y los precios tira abajo la mayor de las maniobras del superministro contra la clase obrera: la de presentar una inflación “en baja” y, con el concurso de la burocracia sindical, promover paritarias a la baja en 2023.
Ese plan, “paritarias al 60 %”, empieza a crujir por todos lados, aun cuando varias direcciones sindicales se apresuraron a aceptarlo.
El despiste del Plan Massa no es sólo económico. Golpea en el plexo a un gobierno virtualmente vaciado, que reposa en un “súperministro” sostenido por los favores del FMI y del Departamento de Estado.
Por eso, la pretensión de hacer de Massa el candidato oficial tambalea junto a sus maniobras sin rumbo.
Para la clase obrera, esto significa un claro llamado a la acción.
Los que gobiernan querrán rescatar su “plan” fracasado a costa de un ataque brutal al salario, a los derechos laborales, a las jubilaciones y planes sociales.
Es necesario discutir una acción de conjunto, una huelga general, para defender las reivindicaciones elementales. Y para colocar a la clase obrera como protagonista y salida frente al desastre al que nos llevan los gobiernos del capital.
Las implicancias políticas del fracaso de recompra de deuda por parte de Massa Por Jorge Altamira, 23/01/2023.