Santa Fe: crimen patronal en el Frigorífico Recreo

Escribe Mauri Colón

¡Justicia por Agustín Escobar!

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Agustín Escobar, de 20 años, fue a trabajar como todos los días al Frigorífico Recreo, de la ciudad homónima, en el Gran Santa Fe. Pero, a causa de una electrocución dentro de la empresa, consecuencia de una negligencia patronal, perdió la vida.

La familia del joven denuncia que el cuerpo estuvo 12 horas sin vida dentro del frigorífico. Mientras la familia lo buscaba por cielo y tierra —incluso había averiguación de paradero en curso— un empleado de seguridad de la fábrica se comunicó para dar la coartada oficial de la entidad: le informó a la familia, por mensaje de Instagram, que lo había visto salir del frigorífico, que incluso había fichado y le había revisado el bolso a la salida de su jornada laboral. La patronal, desde un primer momento, quiso hacer pasar la muerte como un suicidio, apunta la familia. Durante las 15 hs del miércoles, momento que Agustín responde la última vez un mensaje, hasta el jueves a la mañana que "encontraron el cuerpo", todo ese tiempo tuvo la patronal para modificar la escena del crimen, borrar pruebas, arreglar máquinas y tableros. También, durante todo ese tiempo, se siguió trabajando como si nada hubiese pasado. La fiscal que atendió la causa dio la autorización para volver a abrir el frigorífico y que se siga produciendo. En caso de que haya aún pruebas sin relevar, se seguirán eliminando.

Agustín trabajaba desde enero bajo una pasantía de la Municipalidad de Recreo. Comentarios de trabajadores hacen presumir que el obrero ni siquiera era parte de la planta del frigorífico por ser pasante de la Municipalidad. Cómo es bien conocido, los regímenes de pasantías, se encargan de proveer de mano de obra barata y bajo condiciones deplorables a las patronales. En varias oportunidades los trabajadores de la fábrica, incluido Agustín, se quejaron de los desperfectos que tenían las máquinas y que ya habían sufrido en otras ocasiones descargas eléctricas. A raíz de lo sucedido, varios trabajadores y ex trabajadores hicieron públicas, por redes sociales, las condiciones a las que la patronal los somete a trabajar. Cortes con sierras de cuatrero, “chuzazos” por estar tan apretados que no hay lugar para trabajar, no tener en buenas condiciones la ropa de seguridad, son algunas de las denuncias que hicieron los trabajadores del frigorífico en cuestión.

Estas condiciones laborales no se dan solamente en este frigorífico, sino que es la regla de toda la industria de la carne en la región. Naturalmente, esto se da con la anuencia del Sindicato que está en convivencia con las patronales. Cínicamente, José Viñuela, secretario adjunto del gremio de la carne, se desligó de las responsabilidades diciendo que: “siempre están al tanto de los reclamos de los trabajadores con respecto a las condiciones laborales, pero que nunca se había advertido nada sobre el tema electricidad”. (Aire de Santa Fe, 10/3)

Es, por lo menos, llamativa la no intervención estatal en todo este estado de cosas. El municipio y la provincia tendrán que dar explicaciones de por qué no se hacían controles de seguridad en la planta. O qué hacen pibes como Agustín trabajando como pasantes municipales para las patronales privadas.

Ni la empresa, ni el sindicato se han comunicado con la familia. Mucho menos hicieron un descargo público de lo acontecido. Familiares, amigos y un grupo de trabajadores de la empresa, por su propia cuenta, ante la negativa del sindicato a llamar al paro y a movilizarse, hicieron un piquete en la puerta del frigorífico pidiendo justicia y el esclarecimiento del hecho.

La muerte de Agustín es lisa y llanamente un asesinato patronal. Exigimos justicia y el esclarecimiento de su muerte. Y, por sobre todo, no queremos a ningún Agustín más en ninguna fábrica del país. Nos solidarizamos con la familia y nos ponemos a disposición para continuar la lucha. Hacemos también responsable al Sindicato de la Carne por encubrir las condiciones de trabajo a las que están expuestos los trabajadores del gremio y por no haber movido ni un solo dedo en todo este tiempo.

La trágica muerte de Agustín tiene que ser un antes y un después en toda la organización sindical de los trabajadores de la carne. Muchos compañeros de Agustín se opusieron a entrar a trabajar como exigía la patronal y se quedaron haciendo piquete en la puerta de la fábrica. Es un primer paso para luchar por mejores condiciones laborales y para echar a la rancia burocracia sindical.

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