Huelga indeterminada de los recibidores de grano

Escribe Pablo Busch

En las vísperas del inicio de la cosecha de soja.

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URGARA, la Unión de Recibidores de Granos y Anexos, desde el jueves 30 de marzo mantiene un paro por tiempo indeterminado en todos los puntos de acopio del país, en reclamo de la revisión de las paritarias 2022/2023 y de un bono actualizado por inflación. La huelga por tiempo indeterminado lleva, hoy martes, seis días de acatamiento.

La huelga indefinida se convocó luego de más de tres meses de negociaciones con las entidades empleadoras y el Ministerio de Trabajo y de que se atraviese el periodo de conciliación obligatoria. El gremio denuncia que el Ministerio de Trabajo sostuvo una política de dilaciones favorable a la patronal, al igual que la que llevó a cabo en otros conflictos como el del Neumático. “Siempre mostramos voluntad de negociación aun cuando tuvimos que esperar a que en la reunión número 13 (de 15) los representantes del ministerio obliguen a los empresarios a dejar de dilatar las negociaciones y acercar una oferta concreta”.

El comunicado del gremio explica que "El ofrecimiento empresario pretende una mínima recomposición escalonada sobre la base de salarios fijados hace casi un año atrás y que equivale a cuatro bolsas de maíz ofendiendo la dignidad de sus trabajadores". URGARA es uno de los primeros sindicatos que cuestiona que la base de cálculo de las paritarias, revisadas constantemente, sea anualizada. Este planteo conlleva un debate acerca de la necesidad de que las cuotas sean acumulativas-.

La escala salarial sobre la que se está discutiendo la revisión y el bono, establece para el operario inicial un básico de $ 182.605 a partir de febrero de 2023, luego de un aumento del 70 % pactado por URGARA. Como el salario está, por convenio, atado al volumen de descarga de granos, cada 50 toneladas suben alrededor de 10 mil pesos, llegando al máximo de 235 mil pesos para la descarga superior a las 200 toneladas. El salario más alto del convenio, el del perito clasificador, va desde 250 mil pesos hasta los 318 mil, también atado al volumen de granos que se reciban. Lo que ganan los trabajadores son migajas al lado de la millonada de pesos que se llevan las acopiadoras de granos.

La huelga indefinida de los recibidores de granos se da en el marco del inicio de la cosecha de soja de 2023 y en las vísperas del anuncio de parte del ministro de Economía Sergio Massa de un nuevo dólar especial en beneficio de los capitalistas del agro, al cual es claro que el gremio quiere asociar a los trabajadores. "No permitiremos que usen a nuestros afiliados para obtener un dólar soja. Sepan que, si lo obtienen, los salarios deberán acompañarlo”, denunció Pablo Palacio, secretario general, y también que “la verdadera grieta está entre los que quieren trabajar y los que especulan con la soja, y con el trabajo de miles de argentinos que ven pasar la riqueza por delante de sus ojos”.

La medida de URGARA no afecta por ahora a las otras dos ramas de recibidores de granos, Puertos Privados y Control y Exportación, las otras dos ramas que engloba el Sindicato. En ambos casos, lograron un acuerdo del bono y la pauta salarial de revisión “en tiempo y forma”.

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