Paritaria de la UOM: Furlán deja a 210 mil metalúrgicos en la pobreza

Escribe Pablo Busch

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Finalmente, no hubo sorpresas en el cierre de la paritaria de la UOM: sin conflictos y sin participación obrera, Furlán cerró en línea con la pauta del Gobierno, con el 18 % para el trimestre abril-junio. El anunciado batacazo de que iba a negociar no por inflación pasada, sino por el índice de expectativas de inflación que calcula el Banco Central (REM), no pasó de la amenaza. El acuerdo se pagará en dos cuotas acumulativas, 10 % en abril y 8 % en mayo, redondeando así un total del 18,8 %.

El acuerdo UOM marca a todas las demás paritarias que tenderán a acuerdos de corto plazo y a revisiones. Como explicamos en un artículo anterior, los acuerdos cortos son un reclamo de las grandes terminales. Tienen como propósito central que se reediten acuerdos de flexibilización, que de hecho están transformando a toda la industria automotriz en un régimen continuo, como en Toyota, donde se estableció el trabajo durante los fines de semana, además de un sistema de bonos y premios al presentismo que representan el 65 % del salario.

Si bien el acuerdo metalúrgico no es exactamente lo establecido por Massa, es claro que se inscribe mucho más cerca de los términos del Gobierno que de la mencionada expectativa de inflación -104 % y creciendo según las consultoras-. La amenaza de Furlán con iniciar medidas de lucha para alcanzar salarios por la inflación futura no pasó del amague.

En las próximas horas se discutirá la paritaria de las siderúrgicas, el sector de salarios más altos y que está atravesado por la lucha contra el impuesto a las ganancias. Es muy probable que la negociación pase, como en Toyota y en Camioneros, por eximir del impuesto a los adicionales que perciben los trabajadores por matarse laburando: la rotación de turnos, las horas extras, los premios de producción, etcétera. De esta forma el Gobierno sacrifica algo de la recaudación, pero evita que crezca el cuestionamiento por los descuentos a someterse a las cláusulas de flexibilidad laboral.

Los salarios metalúrgicos sobre los que se calcula el aumento arrancan de los $117.000, eso con el renombrado aumento del 110 % conseguido en la paritaria 2022. Como varias categorías de las escalas quedan por debajo, seguirán cobrando el Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR) establecido por Antonio Caló. Este piso para el salario metalúrgico no llegaba, en marzo, a los $140.000 mensuales. Aumentos mediante, pasará a $154.000 en el cobro de mayo y a $166.000 en junio.

Furlan deja sin luchar a 210.000 metalúrgicos en la pobreza, algo que ratifican los índices publicados hace pocos días.

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