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Siguiendo la línea del “cordón sojero”, Macri pudo ‘dar vuelta’ la elección ganando por menos de 1 punto porcentual tanto a presidente como a diputados nacionales. Es la primera derrota para Perotti (y Alberto) y su tropilla antes de asumir.
JxC logró “revertir” la marcada caída que sufría desde 2017 cuando arrasó en las elecciones de medio término. No debe confundirse sin embargo esa reversión con un apoyo directo a los candidatos macristas o al menos a su programa. En las elecciones provinciales de mitad de año Cambiemos había salido tercero cómodo, cuando pasó de ganar todos los departamentos santafesinos a ganar sólo 6. Santa Fe se anotó en la oleada provocada por los “choripanes de 10 mil dólares” que Macri facilitó en las vísperas de las elecciones.
Por otro lado, el desbarranque del Frente Progresista del Partido Socialista anotó otro episodio. El candidato “oficial” Lavagna quedó relegado a un tercer lugar con menos del 9% de los votos. Existe una alta volatilidad político-electoral: ninguna fuerza logra capitalizar la crisis. En las últimas semanas, una polémica “parlamentaria” por una ampliación de un plan de financiamiento municipal hizo estallar la transición entre el FP y el PJ.
La provincia de Santa Fe se encuentra en una crisis social de gran magnitud. Según el Indec, ocupa los podios de pobreza y desocupación. El desarrollo de esta crisis está atado, indudablemente, al desarrollo de la crisis nacional y en mayor escala a la crisis mundial. La recesión económica hizo estragos en el empleo.
El pacto fiscal firmado por Lifschitz ya significó un ajuste muy importante y tiene hoy a los municipios avanzando lentamente hacia una bancarrota general. El ministro de Economía socialista Farías ya anunció que peligra el pago de aguinaldos y la cláusula gatillo que debe pagarse en diciembre. Santa Fe ingresa al “Pacto Social” en condiciones muy críticas.
Tras varias derrotas seguidas avanza la desintegración del Frente Progresista Cívico y Social que gobernó la provincia en los últimos 12 años. El Partido Socialista se encuentra fracturado entre el apoyo a Lavagna que fue promovida por el gobernador Lifschitz por un lado y otro sector, que incluiría a Bonfatti, detrás del Frente de Todos. En Rosario, el último territorio importante que le quedó al Frente Progresista, el intendente electo Pablo Javkin no parece muy proclive a reconstruir al FPCyS y en las últimas horas apareció en una foto tomándose un café con Alberto Fernández y Omar Perotti. Javkin deberá lidiar con una ciudad con 20.000 millones de déficit.
Omar Perotti es un viejo conocido de los intereses sojeros e industriales. Los futuros miembros del gabinete lo acompañaron cuando era intendente de Rafaela o en su paso privatizador por el gobierno de Obeid, un ex miembro de la AFI kirchnerista para Seguridad y lobistas sojeros como Danilo Capitani. Las listas provinciales de Perotti fueron cargadas de burócratas sindicales del Smata y la UOM, que han colaborado con despidos (más de 800 en la UOM) y las suspensiones en General Motors.
El Diario El Ciudadano imprimió varios folletos contra la adhesión de la provincia a la “Ley ART” con el auspicio de Luz y Fuerza, Sadop, Amsafe, los judiciales, la CTA mientras los senadores justicialistas apuraban la sanción de la adhesión que finalmente salió por unanimidad.
El futuro gobierno provincial tendrá mayoría en senadores, pero no tendrá problemas en gobernar en minoría en la cámara baja, que estará dominada por Lifschitz.
En este cuadro de situación, los trabajadores vienen protagonizando algunas importantes peleas. En los últimos meses hubo huelga de trabajadores municipales en Coronda, Monje, Maciel, Timbúes, Funes, Roldán y Rosario donde hubo una concurrida movilización. A estas peleas contra el desdoblamiento del pago de salarios se suman las de los trabajadores precarizados de muchas dependencias del estado por el pase a planta permanente. Los docentes de Amsafe Rosario se encuentran movilizados por el aumento de emergencia y la correcta aplicación de la cláusula gatillo que Perotti dijo no respetará cuando asuma. Los docentes universitarios hicieron huelga por el mismo reclamo. El importante triunfo de las y los trabajadores de la Virginia, arrancandole a la patronal un bono de emergencia de $8000 marco con el método del paro y la acción directa marca una hoja de ruta para todo el movimiento obrero.
El movimiento piquetero no cedió al triunvirato papal y realizó importantes acampes durante el piquetazo nacional.
En este marco la campaña electoral del Frente de Izquierda Unidad no estuvo abocada a explicar esta situación explosiva, la desintegración a la que está expuesto el régimen político provincial y el carácter encubridor del proceso electoral. Desarrolló, en cambio, una campaña autoproclamatoria bajo el lema “la izquierda tiene que estar”, banalizando esta crisis. Los resultados electorales del Frente de Izquierda Unidad no lograron superar el piso proscriptivo de las elecciones provinciales y crecieron muy poco en las nacionales. La campaña electorera resultó un fracaso electoral.
Los militantes que ahora conformamos la Tendencia del Partido Obrero de la provincia de Santa Fe defendimos otra orientación ya desde la previa del proceso electoral. Es decir, no hacemos esta crítica “con el diario del lunes” a partir del derrumbe electoral del FIT U. Desarrollamos una campaña de agitación, charlas con dirigentes nacionales en varias ciudades de la provincia, agitaciones en puertas de fábricas y concentraciones populares.
Santa Fe se dirige hacia el embudo de la crisis económica con un régimen político en franca disgregación sin poder presentar a la población una salida a las penurias que sufre. Planteamos avanzar en la coordinación de todas las luchas, en primer lugar en torno a las reivindicaciones por el salario y las jubilaciones y contra los despidos, lo cual choca de inmediato con el Pacto Social. Esta lucha planteará en perspectiva la huelga general y una Asamblea Constituyente Soberana , y el gobierno de trabajadores. En este planteo es crucial encarar el agotamiento electoralista del FIT, mediante un balance y un debate político.
Es el planteo que recoje el 90% de la militancia del Partido Obrero en la provincia, desde Reconquista, Rafaela, la ciudad de Santa Fe, el Cordón Industrial, Rosario y Villa Constitución.