Escribe Muni Finkelstein
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La Comisión directiva de AMSAFE Rosario organizó una importante concentración de docentes en la Plaza San Martín, frente a la sede de la gobernación en esta ciudad, con el lema “Basta de balaceras a las escuelas”. La convocatoria tuvo gran repercusión. Los compañeros fueron movilizados desde las escuelas, algunas con la participación de la comunidad educativa, que vienen siendo sistemáticamente amenazadas por las organizaciones narcos que actúan con total impunidad.
La dirección provincial celeste de AMSAFE se hizo presente con una escasa delegación, casi con seguridad preocupada por la reprimenda que pudiera recibir del gobierno, que intentó cuestionar la legitimidad de la medida. Participaron también, sin movilizar, los sindicatos que nuclean a la CTA Rosario como ATE Rosario y SIPRUS, que hicieron uso de la tribuna. De la misma manera, SADOP Zona Sur tampoco movilizó, como si esto fuera una cuestión que no les compete.
Ya son muchas las escuelas que sufren este tipo de ataques, y muertes de alumnos -aunque no en el ámbito escolar. Mientras tanto, el gobierno de Perotti hace una profusa campaña electoral, al igual que la intendencia de Rosario, encubriendo ambos su absoluta impotencia, cuando no su connivencia, por lo menos en algunos de sus estamentos, con este negocio.
La consigna de que no toquen las escuelas, “que son territorios de paz” es una ilusión, porque las escuelas y todas las instituciones viven esta crisis que ataca de conjunto la vida de los trabajadores, con una rabiosa política de ajuste, salarios que no llegan a la línea de pobreza, precarización, recortes de salud, y eliminación de planes, etc.; mientras los agro-exportadores se enriquecen con dólares diferenciales y todo tipo de subsidios y beneficios. El narconegocio es inseparable de los intereses capitalistas de la región, que lavan y fugan recursos a través de los puertos privados.
AMSAFE Rosario, por su parte, sigue girando alrededor de gastadas exhortaciones a la directiva provincial de AMSAFE, que sostiene un lazo de hierro con el gobierno. Lo mismo ocurre con el absurdo pedido de “unidad” de todos los partidos políticos para enfrentar el narcotráfico. Los partidos capitalistas han demostrado largamente sus vasos comunicantes con el narco.
Para defender la vida, las escuelas, nuestros salarios y jubilaciones la única alternativa es la organización de los trabajadores en asambleas y autoconvocatorias, que prepare el camino de la huelga general.