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En el día de ayer la docencia porteña realizó una importante jornada de lucha. El paro convocado por Ademys contó con un 50 % de acatamiento, lo cual constituye una cifra alta, teniendo en cuenta que el resto de los dieciséis sindicatos docentes no convocaban a la medida.
En el transcurso de la jornada, si bien no se desarrollaron actividades distritales, como en otras oportunidades, hubo una serie de iniciativas: docentes de Primera Infancia y del programa Maestro + Maestro realizaron una concentración en la Legislatura porteña, durante la mañana, en reclamo por actos públicos. A la tarde, Ademys realizó un acto en el Palacio Pizzurno junto a las seccionales Multicolor que convocaron al paro en provincia de Buenos Aires.
El cierre de la jornada fue la movilización convocada por la Multisectorial desde el Normal 1 a la Legislatura, que nucleó a un gran número de docentes, familias y estudiantes secundarios y terciarios, reclamando el aumento del presupuesto. Al cierre de la marcha, se realizó un acto en el que hicieron uso de la palabra familiares de educación especial, quienes dieron cuenta del brutal recorte que sufre dicha área, las secretarias generales de Ademys y UTE y las legisladoras Ofelia Fernández y María Bielli (Frente de Todos) y Alejandra Barry (PTS). Por último, los estudiantes secundarios y terciarios leyeron un documento mencionando cada una de las problemáticas.
La campaña por poner en pie la movilización se desarrolló a brazo partido por parte de la docencia y el estudiantado. Las conducciones sindicales y estudiantiles kirchneristas, en cambio, no desarrollaron ninguna campaña de deliberación entre docentes y estudiantes previo a la realización de la misma. Solamente se limitaron a circular un flyer desde las redes sociales. En el caso de UTE, ni siquiera llamó al paro.
En el cierre del acto, tanto Graciano (UTE), como las legisladoras kirchneristas, hablaron en clave electoral, planteando que “todos los gobiernos no son lo mismo”. Pero el gobierno nacional realizó un recorte de 13.000 millones de pesos del presupuesto, como parte de su política fondomonetarista, sin que los Yasky, Baradel y Graciano muevan un solo dedo para enfrentar ´ese´ ajuste. El otro eje central de su intervención fue la defensa de la Ley de Financiamiento Educativo. De esta forma se colocaron en el campo de exigirle al gobierno que el gasto en educación represente el 6 % de un PBI que está sometido a manipulaciones estadísticas y que, para colmo, está cayendo.
Estas intervenciones fueron rechazadas por un importante sector de la movilización con los canticos de “paro, paro, paro… paro general” y “fuera Fondo fuera”, lo que obligó a los organizadores a poner música entre los oradores para evitar que se propaguen los cánticos a otros sectores.
La movilización y el importante paro desarrollado muestran las grandes reservas de lucha que existen en la docencia porteña y el estudiantado. Un importante número de docentes afiliados a UTE, incluso alineados con la Celeste, adhirieron al paro. La deliberación va creciendo entre los trabajadores y trabajadoras de la educación y entre estudiantes al ritmo de la crisis y la hiperinflación que hace añicos el bolsillo.
Desde nuestra corriente, llevamos a cabo una agitación en la movilización, con un volante, llamando a la formación de asambleas intercolegiales entre docentes, estudiantes y familias. Marcamos la necesidad de poner en pie cuerpos de delegados para discutir las medidas de lucha, incluida la huelga, en defensa de nuestras condiciones de trabajo y estudio. Por un salario igual al costo de la canasta familiar por cargo testigo, indexado automáticamente por inflación; por el 82 % mínimo, vital y móvil para las jubilaciones; por la construcción de establecimientos educativos y arreglo de los existentes bajo el control de trabajadores y estudiantes; contra la persecución a las familias que apoyaron las tomas y contra las reformas laborales y educativas.