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El pasado 20 de abril, en la localidad de la Reja (Moreno), fue asesinado brutalmente por la policía Walter Aguilera, un joven de 32 años. Había sufrido un accidente de tránsito menor, iba junto a su esposa y choca contra un camión. Walter se resiste al arresto y corre 70 metros, inmediatamente fue reducido esposado y golpeado por parte de la policía bonaerense de la comisaria séptima de Moreno. Al otro día le comunican a la familia que habría sufrido un paro cardiaco. Su familia descubrió las marcas de los golpes durante el velatorio, lo que los llevó a concluir que el “paro cardiaco” fue una coartada para encubrir el brutal asesinato.
La causa se encuentra en la Fiscalía primera de Moreno. La familia denuncia amenazas para que el caso quede impune.
La familia de Walter está difundiendo el caso para que tome notoriedad y pueda generar presión contra los jueces. El caso de Walter es uno más de los miles que ocurren en todo el país. Es una política de Estado.
Por eso, es importante la creación de coordinadoras con familiares de víctimas de gatillo fácil, organizaciones de derechos humanos y políticas, para organizar un plan de lucha que enfrente el flagelo del gatillo fácil y la impunidad que quiere garantizar el Estado.