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El viernes pasado, Alberto Fernández anunciaba que exceptuaba de la cuarentena obligatoria la fabricación, distribución y venta de neumáticos para el transporte, catalogado como esencial. Antes de que saliera la resolución, el Sindicato del Neumático (SUTNA) emitía un comunicado que cuestionaba la decisión gubernamental y planteaba que no aceptarían el inicio de la producción hasta que no se demostrara la falta de stock, se clarificara la producción "necesaria" y se garanticen las condiciones de prevención del contagio para todos los trabajadores del gremio.
A pesar del decreto firmado, y de la presión de las patronales, las fábricas del neumático no han arrancado a producir. Impulsados por la conducción clasista del sindicato, los trabajadores han decidido que la defensa de sus vidas y la de sus familias está primero.
La cuarentena de las patronales
El comunicado del SUTNA ha desnudado a un gobierno que dice priorizar la salud antes que la "economía". Lo cierto es que en las últimas semanas las patronales han presionado con despidos, suspensiones y rebajas salariales a la política de la cuarentena, llevando a excluir de ella a la enorme mayoría de la producción. La decisión de catalogar de esencial a la fabricación de neumáticos es un guiño sobre todo para el empresario Madanes Quintanilla, quien ya había conseguido que su fábrica Aluar siga produciendo.
La dirección del SUTNA ha reclamado que se justifique la supuesta falta de cubiertas, qué cantidades supuestamente serían necesarias, qué tipo de medidas, y si se verificó que no se encuentran en stock. “No pretendemos tener más derechos que los compañeros del transporte, sanidad, camioneros, alimentación etc, lo que exigimos es que no se abra ninguna línea de producción por el mero hecho del pedido de las patronales para generar ganancias, que sólo se haga cuando es indispensable para la necesidad de la sociedad, y por ello investigaremos a fondo la necesidad legítima de cubiertas y nos opondremos a todo trabajo innecesario en todo el gremio del neumático".
Es que este periodo de cuarentena, las gomerías han estado cerradas, e incluso las multinacionales Pirelli y Bridgestone sacaron declaraciones internacionales donde aseguraban contar con stocks suficientes. El SUTNA ha puesto en el centro del debate las características que debiera tener la producción en medio de una pandemia mundial. Los capitalistas y sus gobiernos priorizan la ganancia, los trabajadores priorizan las condiciones de vida y la salud de la enorme mayoría de la humanidad.
Un protocolo obrero
Apenas decretada la cuarentena obligatoria, el SUTNA comenzó a organizar, junto a los delegados de las distintas fábricas del país, la discusión de un protocolo para cuando hubiera que empezar la producción necesaria. El debate colectivo, con trabajadores y activistas de cada sector, llevó a la presentación de la exigencia de medidas de resguardo muy significativas. Desde el aumento de los charters para garantizar el seguro transporte de los obreros, pasando por la exigencia de la toma de temperatura y la quita de los molinetes de ingreso y salida, hasta el pedido de remodelación y reorganización de vestuarios y lugares comunes para evitar la conglomeración de personas, además de la exigencia de insumos y horarios de higiene y prevención necesarios, entre varios otros ítems. Ya desde antes, habían garantizado las licencias para todos los trabajadores que fueran parte de la población de riesgo.
Las patronales del neumático, con quienes han tenido reuniones por teleconferencia- la última, este miércoles también con miembros del Ministerio de Trabajo y Producción-, han intentado responder con un ataque a los salarios. El SUTNA ha plantado una bandera fundamental, no sólo rechazando este ataque patronal, sino imponiendo una agenda de reclamos para mejorar las condiciones de trabajo, es decir un camino no solo de defensa, sino también de avanzada para los trabajadores. Este accionar ha llevado al gremio del neumático a romper los techos salariales durante el ajuste macrista. Cuando predominaron las paritarias a la baja, el SUTNA recompuso el poder adquisitivo de los obreros del gremio. El problema no es la supuesta falta de disposición a la lucha de los trabajadores, sino la orientación que toman las conducciones de sus organizaciones.
Un programa obrero frente a la crisis
La recuperación del SUTNA por parte de sus trabajadores marcó un hito en la etapa transicional de choque de la clase obrera con la burocracia sindical. Hoy se pone de manifiesto, con más claridad que nunca, la necesidad de que los trabajadores barran a las burocracias patronales de sus organizaciones sindicales. No se puede esperar que las centrales sindicales convoquen a medidas de lucha, cuando han pactado durante décadas el ajuste que lleva hoy al 40% de trabajadores precarizados y en negro que rige en el país. Están ahora mismo, volviendo a pactar rebajas salariales, despidos, suspensiones y exponiendo a la clase obrera en su conjunto al COVID 19 aceptando la vuelta a las fábricas sin ninguna condición de prevención.
Los trabajadores deben seguir la línea de los compañeros del neumático: superar a las burocracias sindicales, imponiendo un programa obrero de defensa de la vida y de las condiciones laborales. Que el gobierno de coalición de Alberto Fernández demuestre la esencialidad real de la producción de cada fábrica. Control de la producción necesaria por parte de los trabajadores. Por la deliberación colectiva y puesta en marcha de protocolos que garanticen la prevención contra el contagio de coronavirus. Por el desarrollo de planes de lucha para imponer estos reclamos, única garantía para la defensa de la vida de clase trabajadora.
Saludamos y hacemos nuestra la convocatoria del SUTNA que impulsa "la coordinación con todas las representaciones gremiales posibles para que cada actividad productiva denominada como esencial sea aquella indispensable para la sociedad y se realice con todos los recaudos pertinentes."
Ninguna rebaja salarial, todo el apoyo a la lucha de los trabajadores del neumático.