Paritaria de la Alimentación: movilización y paros de 2 horas por turno

Escribe Pablo Busch

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La Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) inicia hoy un plan de acción en reclamo de una recomposición salarial, tras fracasar la negociación paritaria con la parte empresaria del sector. La medida comenzó con una movilización a la Cámara Empresaria la semana pasada y hoy lunes arrancan paros de dos horas por turno, en todas las fábricas del país.

Método antiobrero

El reclamo de la FTIA, encabezada por Héctor Morcillo y Rodolfo Daer, son acuerdos salariales trimestrales. Los trabajadores de la Alimentación no tienen conocimiento de cuál es el porcentaje de aumento salarial por el que se movilizaron y paran. A pesar de que los salarios de los trabajadores de la Alimentación no paran de perder contra la inflación y de que los salarios han quedado bajo la línea de pobreza, la discusión se hace a espaldas de la clase obrera. En la paritaria 2021 se perdieron 7 puntos porcentuales y 5 puntos en la paritaria 2022. No figura en el pliego de la Federación el pedido de una recomposición retroactiva de los porcentajes perdidos en las paritarias anteriores, que debería estar como primer punto de la discusión.

Tampoco está en el pliego de reivindicaciones la reincorporación de los 30 despedidos de Bagley Córdoba, a pesar de que los dirigentes de la Federación se han pronunciado en solidaridad. Hace décadas que la FTIA no discute en las paritarias más que los salarios, dejando todas las demás discusiones a las seccionales o directamente a los delegados de fábrica.

Convenio flexibilizador

Además de la discusión salarial, la FTIA viene de realizar un pedido de modificaciones en el convenio: por la guardería, por licencia parental, adicional por trabajo en altura, igualdad de categorías, adicional dispositivos productivos digitales e impuesto a las ganancias, entre otros puntos. La movilización y los paros son ante la respuesta cerrada de las patronales a los acuerdos cortos y a la discusión general de cualquier ítem.

El convenio 244/94 fue el puntapié inicial de la reforma laboral instalada durante el gobierno menemista, que llevó a Rodolfo Daer a la cabeza de la CGT: antes de las leyes flexibilizadoras, en el convenio Daer y el difunto Morán ya habían firmado los contratos basura y la polifunción. Más adelante, las leyes de flexibilidad laboral menemista fueron dejadas pasar por el mandamás de la Central Obrera en aquel periodo. Las patronales no quieren rediscutir el convenio del año 1994 ni en sueños, porque les deja las manos libres para imponer sin inconvenientes convencionales en sus fábricas cualquier condición de trabajo.

Un planteo

En la paritaria 2022, cerrada en un 104 %, la inflación interanual (de mayo del 22 a abril de 2023) midió 109 %. Esto a pesar de que se hicieron más de cuatro revisiones, todas ellas sobre la vieja base de cálculo de abril de 2022. El método de los acuerdos cortos y de las cláusulas de revisión se revela con toda claridad como un mecanismo contra el salario. Un aumento salarial de 150.000 pesos y la indexación mensual de los salarios por inflación, acumulativa y automática, y la reincorporación de los despedidos se caen de maduros como necesidades objetivas para los trabajadores de la Alimentación.

El plan de lucha de los trabajadores de la Alimentación será frenado hoy o mañana a más tardar por la intervención del Ministerio de Trabajo si dictamina la Conciliación Obligatoria, que interrumpirá cualquier medida de fuerza por los próximos 15 días hábiles. El Gobierno, los Ministerios y la Federación llevan la paritaria al ritmo más conveniente a las patronales.

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