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“Del 29 al 31 de mayo, desde el SUTEBA se realizarán las Reuniones de Delegadxs en cada Seccional, Delegación y Junta Promotora de los distritos de nuestra Provincia”, informó la conducción provincial de Roberto Baradel. A cuentagotas se está conociendo recién el cronograma de reuniones en los distritos que, como es habitual, estará retaceado por ramas o turnos, para evitar la deliberación de la docencia. La dirección tampoco convoca a elaborar mandatos de escuela.
Las reuniones de delegados vienen precedidas de dos paros provinciales de 48 horas con un nivel de adhesión del 80 %, que desconocieron a la conducción provincial. Hay una tendencia huelguística en desarrollo entre las maestras y profesores, donde se manifiesta el descontento con los salarios básicos de pobreza que obligan a la docencia a trabajar hasta tres cargos para llegar a fin de mes. La burocracia sindical, en el marco de esos paros, se reunió de apuro con el gobierno de Kicillof y adelantó el último tramo del aumento (a cobrarse en el próximo mes), del 40 % en cuotas que habían firmado hasta agosto. Con enormes cifras en negro, en total un preceptor sin antigüedad con un solo cargo pasa a cobrar en mayo unos $141.373, cuando la canasta familiar supera los $300.000.
En diferentes distritos (La Matanza, Merlo, José C. Paz, Lomas de Zamora, Moreno, Olavarría), se están produciendo autoconvocatorias -fundamentalmente del Nivel Inicial- para exigir medidas de protección y resguardo para la docencia afectada por diferentes situaciones de violencia que acontecen en las escuelas. El gobierno provincial y la dirección Celeste de SUTEBA firmaron un “acuerdo de protección y resguardo”, sin consultarlo con ningún docente y que, en lo central, sigue dejando a la docencia desprotegida.
El camino para enfrentar el ajuste sobre el salario y sobre las condiciones de trabajo, que encabezan el gobierno nacional y el FMI, lo está marcando la heroica huelga de la docencia autoconvocada de la provincia de Salta, que ya entra en su cuarta semana. Los compañeros enfrentan la represión del gobernador Sáenz, aliado de Massa, que mantuvo a 20 docentes presos, finalmente liberados por la movilización popular. Hasta el día de hoy no se conoce siquiera un pronunciamiento de apoyo de SUTEBA, ni de CTERA, a la lucha de la docencia salteña. La burocracia sindical está embarcada en “bancar” la candidatura presidencial de Massa y privilegia sus acuerdos políticos por encima de cualquier interés de los trabajadores de la educación. En el acto del 25 en Plaza de Mayo, Baradel y Yasky compartieron palco con los ejecutores de un ajuste brutal sobre los trabajadores.
Nuestra corriente, Tendencia Docente Clasista, plantea: una huelga nacional por el triunfo de la docencia salteña, un aumento de emergencia de $150.000 y un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar por cargo, indexado por inflación; el rechazo al protocolo firmado por la burocracia y el gobierno; la elaboración de un protocolo por los propios docentes. Que IOMA, nuestra obra social, cubra el conjunto de las prestaciones, por un plan de obras escolares controladas por los trabajadores de la educación. Con este programa, propiciamos la conformación de comités y autoconvocatorias para preparar una huelga general.
