Caos y fraude en Tucumán

Escribe Daniel Blanco

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El todavía gobernador tucumano Juan Manzur declaró que los comicios celebrados este domingo para renovar todos los cargos ejecutivos y legislativos provinciales, municipales y comunales, fueron un acto democrático donde se expresó la voluntad popular. Manzur presidió la Constituyente del 2006 que, entre otras aberraciones reaccionarias y antidemocráticas, consagró el sistema de acoples. Asumió la gobernación en el 2015, en medio de un fraude que desató una pueblada que durante diez días ocupo la plaza Independencia denunciandolo. La jornada de ayer, contra el embuste oficialista, fue escandalosa, caótica desde su comienzo hasta su culminación, con vicios violatorios del Código Electoral y de los más elementales principios de la democracia formal, con un ensañamiento particular contra Política Obrera, pero afectando también al resto de las fuerzas opositoras intervinientes.

La jornada comicial en la mayoría de las escuelas no se puso en marcha a las ocho de la mañana, como estaba previsto, sino a las 10. En numerosas escuelas faltaban los presidentes de mesas, en su mayoría previamente seleccionados en una convocatoria de voluntarios donde los punteros oficialistas se anotan en malón. También se anota gente común o de las otras fuerzas. En todos los casos, son sondeados previamente y se explora la posibilidad, soborno mediante, de que falten, asegurándole la paga y el justificativo, y dando lugar a que, en el día de los comicios, el primero de la lista de la cola de electores, un puntero oficialista, sea designado “como carga publica” a presidir la mesa. De esta manera, el oficialismo pasa a tener el control de todo el acto comicial reforzados por los delegados de escuelas designados por la Junta Electoral y las fuerzas represivas.

Con este andamiaje, lo primero que saltó a la vista fue la ausencia de nuestra boleta en numerosas escuelas, en algunos casos en zonas enteras, a pesar de lo cual se dio comienzo al acto comicial. Lo mismo le ocurrió, en menor medida, a otras fuerzas. Las boletas, previamente, habían sido entregadas en fajos para su distribución por la Junta Electoral. Cuando nuestros fiscales intentaron reponer los faltantes, encontraron mil impedimentos para hacerlo. En nuestro centro de cómputo, llovían las denuncias de ausencia de nuestros votos, y el reclamo de los electores no era escuchado, incluso recibiendo respuestas de los presidentes de mesa que desconocían que ese partido interviniera. Los presidentes de mesa desconocían los partidos intervinientes. La realidad es que la mayoría, el 90%, no existe en la realidad: son acoples que solo aparecen como engranajes del sistema electoral fraudulento.

En numerosos casos, con distintos pretextos, nuestros fiscales eran retirados de las escuelas, por ejemplo, argumentando que eran candidatos, o que habían llegado fuera de horario, inventando disposiciones inexistentes en el Código Electoral. En las escuelas, las patotas de punteros de los distintos acoples dominaron la escena, y frente a las aglomeraciones, echaban la culpa a los fiscales de Política Obrera que reclamaban fiscalizar y los punteros replicaban que, por eso, la gente que aguarda haciendo en colas que se extendían por cuadras no iban a poder votar.

Frente a todos los intentos por labrar actas para dejar constancias de estas irregularidades, en el 99% de los casos fue imposible hacerlo pues los presidentes de mesa y los delegados de escuela se negaban a firmar cualquier acta, incluso a identificarse.

Todos estos hechos comenzaron a ser denunciados por Política Obrera cuando Raquel Grassino fue a votar a media mañana. El periodismo que presenciaba el caos en las escuelas se hacía eco de nuestras denuncias. Antes de la finalización de la elección, hicimos una presentación ante la Junta Electoral de un documento denunciando estos hechos, reclamando la impugnación de las elecciones, señalando que actuaremos en la Justicia, incluso en el ámbito federal.

Pero luego seguimos recibiendo denuncias, lo que nos llevó a presentar un 2° documento complementario, y está en preparación un tercero, todo lo cual da cuenta del ensañamiento contra Política Obrera, que de ninguna manera tiene que ver con el hecho de que pusiéramos en riesgo el triunfo oficialista, sino que han buscado escarmentarnos por nuestra intervención en la lucha de clases provincial.

Este lunes a la mañana hicimos conferencia de prensa para dar cuenta de todas estas denuncias. Fue cubierto por la mayoría de los medios provinciales, salvo el oficialista La Gaceta, que una semana antes de los comicios nos excluyó del debate entre los candidatos a la gobernación.

En contraste, llamó la atención el silencio de radio de la mayoría de las fuerzas frente a todos estos atropellos que también los afectaban. Recién ahora que JXC está a punto de perder la intendencia de la capital, la oposición patronal ha comenzado a denunciar el caos y diversas irregularidades. El problema con JxC es que, habiendo denunciado el sistema de acoples, ellos se presentaron con 15 acoples, o sea también con partidos “truchos” y durante la jornada contribuyeron a boicotear las denuncias que realizábamos, especialmente en la capital. El FITU, por su parte, no ha abierto la boca frente a estos atropellos.

A última hora, cuando desde el centro de cómputo oficial se iban dando los resultados, se cayó el servicio nada menos que cuando se definía la elección de la capital, un hecho que ocurre en todas las elecciones y donde se acomodan las cargas y se negocian los resultados.

Los resultados que presentó la Junta Electoral le dan al gobierno cifras plebiscitarias, aunque aún no están claras las proporciones de lo que logró cada acople y por lo tanto del peso que cada camarilla tendrá en la Legislatura, intendencias y las comunas. Manzur ha tomado el resultado para volver a proyectar su figura en la interna presidencial del Frente de Todos.

JxC conserva por el momento tres municipios que ya dominaba (Yerba Buena, Bella Vista, Concepción), con una votación general muy por debajo de lo que preanunciaban.

Quien sufrió el derrumbe más serio fue el bussimo, que apenas superó el 3%. Ricardo Bussi, aliado con Milei, anunciaba que iba a pasar a ser la primera oposición.

El FITU realizo una elección marginal (0,68%), a pesar de haber realizado una campaña muy costosa Durante la campaña electoral llenaron las redes con videos

Política Obrera recogió una votación menor (0,38%), Donde se pudo fiscalizar hubo votaciones importantes, como ocurrió en la zona de Acheral, donde vive Luis Toranzo, donde recogimos el 2,50% de los votos; en la comuna de Los Sueldos, zona del ingenio Leales, donde registramos el 4,63%, y cifras también significativas en las comunas del Mojón o en Esquina-Mancopa.

Más importante que todo ello, ha sido el rol destacado de la fórmula presentada, como asimismo el fortalecimiento de toda una franja de la periferia del Polo y de los cosecheros del limón, que se van a sumar al partido; la apertura del trabajo partidario en varios ingenios, de los avances con la juventud estudiantil universitaria y la apertura del trabajo con los secundarios, de los avances entre los trabajadores de Alpargatas y muchos más.

La fiscalización ha sido una lucha que comenzó a las 7.30 y terminó en numerosos lugares más allá de la 1 de la mañana.

Si se confirman los resultados y las impugnaciones no avanzan, el próximo gobierno tendrá la suma de poder en la provincia, mucho más de lo que logró Alperovich en su mejor momento, pero será un gobierno mucho más débil. A pesar de ello, la provincia está en ruinas. Las principales obras públicas, abandonadas; importantes fuentes laborales cerradas o emigrando. La situación social es explosiva, y con un pueblo trabajador que ya ha dado muestra de su disposición a la lucha huelguística.

Los próximos capítulos estarán determinados por el agravamiento de la crisis nacional y los procesos de lucha cada vez más extendido en el país, que tienen su epicentro en este momento en el NOA.

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