Escriben Silvia Allocati y Lucas García
Autoconvocados, residentes y concurrentes se pronunciaron por el paro y la movilización.
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El 14 de Junio se realizó una marcha qué partió desde las puertas de la Federación de Profesionales, hasta la sede de la Jefatura del Ministerio de Salud porteño.
La Federación de Profesionales (FP) que iniciara esta lucha ‘a fuego lento’ con ceses de actividades de dos horas y algunas asambleas, que comenzaron reclamando la necesidad de un paro y movilizaciones. Estas acciones dieron por resultado el paro del día14. Residentes y concurrentes retomaron sus asambleas votando acatar el llamado a paro de FP, y sumando la movilización como forma de visibilizar el conflicto.
En contraste, la burocracia de Médicos Municipales se echó para atrás con la medida de fuerza, luego del anuncio de un mentiroso 17% para este mes, ante la maniobra burda de sumar algunos puntos al 10% ya negociado. Cabe aclarar que estos siete nuevos puntos (más el 10) se aplicarán sobre el hiperdevaluado sueldo base de diciembre de 2022. En estos seis meses que transcurrieron entre el aumento conquistado con la huelga indefinida de RyC y la actualidad, el gobierno porteño y la burocracia administraron una caída salarial cercana al 20%.
El hueso que tiraron Larreta y Médicos Municipales para contener el movimiento es ultralimitado. Para el mes de julio, por ejemplo, no hay aumentos previstos. En este contexto, un mes sin aumento es una poda salarial directa. Pretenden disimularlo gracias al cobro del medio aguinaldo que se realiza en ese mes, terminando de disolver en el camino otra conquista de los trabajadores. La necesidad de reponer lo perdido y de conquistar una actualización mensual motoriza la continuidad de esta lucha.
Mientras más de un centenar de trabajadores marchaban, el gobierno de Larreta y Quirós mandó auditorías a los hospitales Piñeyro, Argerich, Pena y Santojanni, en un claro gesto de amedrentamiento.
La situación calamitosa que atraviesa la salud se refleja en el cierre de salas de internación ante su deterioro y la falta de profesionales. Muchos son los ejemplos para mencionar como los hospitales Lagleize y el IREP. La situación de los consultorios externos del Hospital Moyano que no está otorgando turnos para atencion ambulatoria por falta de profesionales, sobrecargando al servicio de guardia, responsable de urgencias y emergencias. Pasada la demagogia usada para separar la atención primaria de los hospitales, los centros de salud comunitarios están ahora en la mira de todos los ajustes del Ministerio recibiendo más ataques que nunca.
Producto de los bajos salarios de los trabajadores de la salud pública, se evidencia un nuevo fenómento: el de la migración. El pluriempleo -que ya es padecido hace tiempo- va acompañado ahora de las renuncias a las cartillas de obras sociales y prepagas, cuando no al conocido método de los copagos, en constante crecimiento. Son los propios usuarios los que terminan pagando la bancarrota de las empresas de salud privadas y de la fraudulenta administración de las burocracias sindicales de sus obras sociales. Como ya explicamos, el sistema público no puede dar respuesta a quienes carecen de recursos para afrontar esa asistencia, cada vez más decadente.
En el marco de estas elecciones, los partidos del régimen están llevando adelante las políticas de desfinanciamiento de la salud pública que exige el FMI. En este diligenciamiento están dejando sin programa al propio Milei. Queda claro que las asambleas y movilizaciones marcan el camino, y se vuelven la única herramienta para hacer frente a esta política. Trabajadores y usuarios, unidos y adelante.