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La mayoría de los sobrevivientes del naufragio del barco pesquero hundido cerca de las costas griegas ha declarado que la guardia costera fue la responsable de hundir la nave en la que buscaban llegar a Italia. Esta versión de los migrantes se opone a la de las autoridades griegas, que afirman que el barco se volcó por sí solo.
Según la versión del Estado griego, la guardia costera solo se acercó al “Adriana” -un pesquero que transportaba 750 personas- para “brindar ayuda” y, ante el rechazo de la embarcación, los dejaron seguir ruta hacia Italia, su último destino. El primer revés al relato oficial es que los migrantes confirman que pidieron ayuda de todo tipo, sin embargo, nunca les fue dada. A su vez, una brillante investigación de la CNN arrojó el resultado que sugiere que la fuerza naval griega tuvo conocimiento de la embarcación durante, al menos, 13 horas antes de que acabara hundiéndose. Ese dato por sí solo demuele la versión oficial. Si verdaderamente la flota estatal quería ayudar al pesquero y -tuvo 13 horas para hacerlo-, es evidente que la ayuda nunca existió.
Se conoce oficialmente que dos barcos se acercaron a dar comida y agua a los tripulantes del “Adriana”. Según señalan testigos, arriba de la embarcación se había acabado el agua potable, lo que provocó peleas, corridas y conflictos entre las personas que iban en la embarcación pesquera. También se sabe que a esa altura ya habían muerto 6 personas por falta de comida. Otras tantas se empezaban a desmayar o a padecer el viaje. Es decir, nuevamente, se cae la versión de que no necesitaban ayuda "de ningún tipo" (CNN, 26/7).
Por otro lado, la historia que relatan los migrantes es totalmente distinta a la versión oficial. Según los testimonios de los sobrevivientes, la guardia costera arrojó una cuerda al barco de refugiados e inicialmente trató de remolcarlo. Cuando esto aparentemente no tuvo éxito, el barco de la Guardia Costera primero hizo un giro brusco a la derecha y luego a la izquierda, causando que el barco volcara. Algunas versiones señalan que esto se hizo a propósito, después de que la guardia costera no sacara el barco de refugiados de la zona de rescate marítimo griega.
La justicia griega está tratando de encubrir la responsabilidad estatal del peor desastre de estas características en el mar Mediterráneo. El tribunal de Kalamata dictaminó que nueve egipcios permanezcan bajo custodia. Están siendo investigados por homicidio involuntario, formar una organización criminal y causar el naufragio de un barco. Según los sobrevivientes, sin embargo, no son contrabandistas, sino solo ayudantes que no tuvieron que pagar nada por el cruce. Por su parte, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y su ministra de interior también absolvieron a su Guardia Costera de cualquier culpa y acusaron a los supuestos traficantes de personas.
Quien sostiene los hilos de la política antimigrante del estado griego es la Unión Europea. Mientras los migrantes preparaban su frustrado viaje a Italia, el parlamento Europeo, discutía nuevas leyes para reprimir a los migrantes que llegan al Viejo Continente. Entre otras, el reparto entre los Estados miembros de 30 mil personas al año o, en su defecto, un aporte económico a cargo de cada socio. Además, dispuso un endurecimiento de los requisitos para quienes buscan asilo en territorio europeo, también la construcción de nuevos centros de detención.
Con respecto al rescate y búsqueda de los cuerpos se abrió otra polémica sobre la actuación de los países miembros de la UE y de la UE misma. En una entrevista con el Süddeutsche Zeitung, el investigador de migración Maurice Stierl acusó a la Unión Europea de permitir deliberadamente que los refugiados se ahoguen en el Mediterráneo para “evitar la llegada de refugiados”. Asimismo, advirtió que los estados miembros de la UE estaban tratando por todos los medios de “no involucrarse en rescates, retrasar los esfuerzos de rescate o transferir la responsabilidad a otras autoridades o estados”. Había un sistema para no ayudar a los refugiados en el mar, y el tiempo se usaba como arma, sentenció.
La salvaje y criminal política de la Unión Europea es responsable de más de 20.000 muertes en el Mediterráneo durante la última década. La barbarie migratoria del capitalismo se agrava a medida que las guerras, la miseria y el hambre se desparraman como una espora en el mundo.
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Más muertes en el Mediterráneo: La otra guerra imperialista Un nuevo naufragio deja al menos 60 muertos en las costas italianas. Por Joaquín Antúnez, 28/02/2023.