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El paro nacional de la UTA del viernes 7 tuvo sus particularidades explosivas en Tucumán. Ocurre que, en el caso tucumano, el paro se prolongó por la falta de pago del medio aguinaldo y los salarios de junio. Por este mismo motivo, en Tucumán el paro se adelantó al jueves 6, al margen de la conducción de la UTA provincial, cuando un sector disidente en el que confluyen diversos sectores, entre ellos, el sector de los choferes autoconvocados que tuvo gran protagonismo en las luchas del 2020 y 2021, lanzó la medida.
A partir de ese momento, se paralizaron todas las líneas. Ya van 5 días de paro total. La posición de la conducción de UTA ha sido el pago íntegro de las deudas salariales para que se levanten las medidas. En este ínterin, los empresarios agrupados en la AETAT (Asociación de empresarios del Transporte Automotor) recibieron 530 millones del subsidio nacional, pero solo abonaron 150.000 pesos a los 3.500 choferes que integran el plantel de choferes en la provincia. La UTA señaló que la deuda acumulada ya supera los 550.000 pesos por cada chofer.
Con este escenario, el gobierno provincial ha planteado que va a adelantar el aporte del subsidio provincial, que actualmente es de 563.000 pesos. Desde la UTA señalaron que con ese subsidio no se puede cubrir la deuda salarial y que por lo tanto el paro va a continuar.
Los directivos de la AETAT señalaron que el gobierno tiene que resolver la situación, ya sea elevando el valor del boleto, o aumentando los subsidios. En esta dirección presentaron en el Concejo Deliberante de la capital un pedido de actualización tarifaria, de 84 pesos que es el actual valor mínimo del boleto, a 361,74, o sea, un aumento del 430 %. Frente a la prolongación del paro, desde el Concejo Deliberante avisaron que le van a dar al tema un tratamiento preferencial acelerando los tiempos. Es claro que se viene un tremendo boletazo. En diciembre de 2022, cuando el valor del boleto se elevó a 84 pesos, la capital tucumana pasó a tener el 3° boleto más caro en relación a las demás ciudades capitales de provincias.
El transporte público provincial no puede seguir en manos de un grupo empresarial completamente parasitario, que durante todos estos años han embolsado enormes beneficios, brindando un servicio restringido en horarios y recorridos, con frecuencias “truchas”, con unidades inexistentes pero que reciben el subsidio pues el mismo se paga en función de las unidades en circulación. Por otra parte, numerosas unidades no cumplen con mínimas exigencias de higiene y seguridad, cargando en las tarifas y los salarios de los choferes cualquier dificultad.
En lo inmediato se debe procurar unir la lucha por el cobro integro de los salarios de los choferes con la lucha para impedir el boletazo.
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