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La burocracia Celeste comandada por Roberto Cristalli renovó con el 58 % de los votos la conducción provincial del sindicato docente UEPC, enrolado con la conducción kirchnerista de CTERA. Estaban en condiciones de sufragar 42.925 afiliados, de los cuales votaron menos de la mitad, un 45 %. En segundo lugar, estuvo la lista “Unidad en las Escuelas” con el 23 %, integrada por las agrupaciones del FIT-U y también otras agrupaciones. En la provincia se han desarrollado luchas autoconvocadas por salario, jubilaciones y condiciones laborales. Un viejo desprendimiento de la Celeste, bajo el nombre Pluricolor, obtuvo el 10 % de los votos.
El dato de la elección fue la victoria de la lista “Unidad en las Escuelas” en la seccional de Córdoba capital, con 2.175 votos, y la derrota de la lista Celeste, que obtuvo 1.963 sufragios. El padrón es de 16.675 afiliados. El movimiento autoconvocado docente de la capital ha impulsado paros, movilizaciones y una lucha contra la represión. Por su parte, la burocracia Celeste se presentó dividida, con una lista armada por el ex secretario general provincial, Juan Monserrat, y otra de la ex secretaria adjunta de la seccional capital. Esta división allanó la victoria para la lista de oposición, ya que ambas listas sumadas obtienen 3.200 votos.
El nuevo secretario general de la seccional de capital es Franco Boczkowski, del Partido Obrero oficial. El armado de la lista, según lo informado por este frente, se hizo mediante una votación directa de la que participaron 650 docentes de la capital, una novedad que contrasta con el armado Multicolor de otras provincias. La burocracia Celeste también perdió las seccionales de Río Cuarto y General Roca.
Estas derrotas de la burocracia reflejan las enormes grietas del llamado “aparato de contención” peronista y la importancia de las luchas docentes y de los trabajadores, que no se conforman con “exigencias” a la burocracia, y asumen un carácter autoorganizado.
