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Un nuevo femicidio se suma a la lista en la provincia. Mercedes Kvedara fue asesinada por su pareja, quien además intentó suicidarse. La pareja fue hallada en un automóvil en el barrio privado en el que residían, El Tipal, este viernes por la mañana. El agresor ya se encuentra fuera de peligro.
El Observatorio “Ahora que sí nos ven” publicó un informe de los femicidios en los primeros 7 meses del año en el país. Ya son 175 femicidios y Salta es la tercera con quince femicidios, después de Buenos Aires (64) y Santa Fe (15). El informe también arroja que hubo 206 intentos de femicidio, 4 transfemicidios/travesticidios. El 59 % de los femicidios fue cometido por las parejas y ex parejas de las víctimas, el 57 % de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima, 9 de los femicidas pertenecen a las fuerzas de seguridad, 38 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 25 tenían medidas de protección. Al menos 133 niños perdieron a sus madres como consecuencia de los femicidios.
En la mayoría de los casos de femicidio en Salta, las víctimas eran mujeres ya separadas de sus exparejas, como el aberrante caso de Cynthia Guaymás, apuñalada por su expareja, un chofer de colectivo, quien luego se suicidó delante de sus hijos. O como el primer caso del año, Janet Juárez, asesinada por su pareja, quien también se suicidó en la residencia de ambos en un paraje del departamento de Rosario de la Frontera, al sur provincial. Alejandra Cardozo fue hallada violada y asesinada en el vertedero San Javier (basural municipal) que está en las inmediaciones de Solidaridad, un barrio populoso en la zona sudeste de la ciudad Capital; en ese mismo barrio fue asesinada Florentina Aranda; Nicol Yapura, asesinada por su pareja en un asentamiento de Atocha, a 8 kilómetros de la ciudad capitalina. El 7 de mayo, Rolando Domínguez asesinó a su pareja, Dominga Ferreyra, en el interior de la vivienda en un pequeño pueblo, Los Blancos, en el departamento Rivadavia, al norte provincial; en Orán, Nahir Viazzi fue arrojada de un cuarto piso, el acusado es su pareja. Estos son algunos de los casos de femicidios.
Que Salta siempre esté entre las primeras provincias con más casos de femicidios no es casual, sino causal de la política sistemática de empobrecimiento social por parte del régimen político local que encabeza la oligarquía terrateniente contra las familias trabajadoras. Ahora, de la mano de Gustavo Sáenz, esta situación se acentúa con salarios de miseria, paritarias irrisorias, el déficit habitacional que atraviesa a más de 80.000 familias sin vivienda. Pero la precarización laboral y la desocupación es la madre de las políticas del gobierno provincial, que tiene el acuerdo de los representantes de los partidos patronales y que golpea directamente a las mujeres trabajadoras y a sus hijos, los cuales son rehenes de un Estado negrero y hambreador y de la descomposición social que las somete a todo tipo de violencia. No obstante, son esas mismas mujeres trabajadoras las que enfrentan la agenda de Sáenz y del gobierno nacional con huelgas autoconvocadas, como las docentes o las desocupadas y originarias que cortan las rutas por sus reivindicaciones y contra la violencia de género y a quienes Saénz reprime, encarcela y les arma causas.
Este decimoquinto femicidio ocurre a una semana de las elecciones PASO, cuya campaña estuvo minada de precandidatos patronales que responden al capital financiero internacional y al FMI. Estos precandidatos se pasearon por los medios locales anunciando que destruirán los derechos laborales y, por lo tanto, van a profundizar la pobreza a través de la precarización y la contrarreforma laboral, van contra la educación y la salud pública y van por el recorte del llamado gasto público (que ya está en marcha), recortando los alimentos a los merenderos y comedores y programas sociales. Sáenz anunció la creación de diferentes organismos “contra la erradicación de la violencia de género” y el “plan acompañar” que, supuestamente, iba a destinar un salario mínimo por 6 meses para mujeres y personas del colectivo LGBT, sin embargo quedó en los cajones de las oficinas que pasaron de ministerios a secretarías y de ahí a subsecretarías, para terminar como “coordinación”, y todo ello para cooptar a las dirigentes feministas que abandonaron las calles para someter, ahora desde el Estado, a las mujeres trabajadoras en los barrios, sindicatos y en las instituciones educativas.
Los candidatos socialistas de nuestra corriente llamamos a las mujeres trabajadoras a autoconvocarnos junto a los trabajadores, para avanzar con una agenda propia que confronte con la agenda de los precandidatos patronales precarizadores y garantes de los femicidios, y para poner fin a esta política de destrucción de nuestros derechos laborales y demás conquistas. Pongamos en pie el reclamo por un salario igual al costo de la canasta familiar, indexado, para enfrentar la devaluación, la inflación y los tarifazos; por el pase a planta permanente bajo el mejor convenio colectivo, el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, para hacer frente a la desocupación y precarización laboral; un censo de las tierras ociosas para la construcción de vivienda de acceso universal, cuyo pago no sea más del 10 % de los ingresos del trabajador. Por la plena organización socialista de las mujeres trabajadoras para terminar con el flagelo de los femicidios.