Huelga en Hollywood: la letra chica del acuerdo

Escribe Olga Cristóbal

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Un análisis de la letra chica del acuerdo entre el sindicato de guionistas (WGA) y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (Disney, Netflix, Warner Bros., Amazon, Discovery) lo aleja mucho del calificativo de “excepcional” que usó la dirección sindical, a no ser que se diga ¡un excepcional fraude! Toda la negociación fue a puertas cerradas y la burocracia del WGA nunca informó en qué consistía.

Los trabajadores están votando por su aceptación o rechazo desde el lunes hasta el 9 de octubre en el marco de una enorme presión mediática, del Partido Demócrata y de la burocracia de la central sindical AFL-CIO. Aunque la votación no concluyó, la burocracia de la WGA anticipó unilateralmente en su página web que “La huelga histórica 2023 del WGA llega a su fin”. Escandalosamente, han “autorizado” a los trabajadores a volver a sus tareas mientras votan.

Además, la semana pasada trascendió que no todos los miembros del WGA podrán votar. La publicación especializada The Wrap informó que “los que no ganaron lo suficiente con el trabajo cubierto por el WGA en los últimos años tendrán que quedarse fuera”. En otras palabras, la WGA marginó a sus afiliados más precarizados, aunque pagan la cuota sindical y han engrosado los piquetes. Según Los Angeles Times, las empresas de medios de comunicación recortaron casi 20.000 puestos de trabajo en el último año y medio.

Qué firmaron

La dirección de la WGA “se jactó desde el principio del escaso impacto que tendrían sus demandas en los ingresos de las grandes empresas del entretenimiento”. El gremio señaló en mayo que sus reclamos insumirían 429 millones de dólares: el 0,091 por ciento de los ingresos de Disney, el 0,214 por ciento de los de Netflix y así sucesivamente. En total, menos del 2 por ciento de los ingresos de las empresas. El acuerdo es por poco más de la mitad de esa cantidad.

Los guionistas arrancaron unos 233 millones de dólares en beneficios de los grandes estudios, una cifra mucho más elevada que los 83 millones que pusieron sobre la mesa los ejecutivos en la primera ronda de negociaciones. El costo final del acuerdo provisional -que abarca a unas 11.000 personas- es menos de lo que ganan algunos ejecutivos de la industria del entretenimiento en un solo año. La mejora implica un incremento del 5% en el primer año, 4% en el segundo y 3,5% en el último.

Uno de puntos más conflictivos fue la depreciación de los ingresos por la introducción del streaming, que prácticamente destruyó el “sistema residual”, los pagos que reciben los autores cuando los programas o episodios que han escrito vuelven a aparecer en televisión. Las empresas se aseguraron de que los autores de las series de televisión por cable y las redes más antiguas, que llevan años emitiéndose de forma rentable en los servicios de streaming, quedaran excluidos de cualquier cambio.

El acuerdo establece un sistema de bonificaciones muy difíciles de conseguir para la gran mayoría de los autores. Para cobrar la bonificación, una serie debe ser vista por el 20 por ciento de los abonados a ese servicio de streaming concreto en los primeros 90 días de su estreno. En el caso de Netflix, que cuenta con casi 240 millones de abonados en todo el mundo, eso significa que unos 48 millones de abonados tienen que ver esa serie en un plazo de tres meses.

Nelson Cheng, miembro de SAG-AFTRA, comentó en el LA Times que el acuerdo de WGA “no es tan transformador como debería ser. El streaming es donde la industria del entretenimiento ha crecido y sigue creciendo. Ahí es donde está el dinero, pero el sistema de pago actual no lo refleja”.

El “acuerdo histórico” sobre Inteligencia Artificial (IA), otro punto central de la lucha, también es perdidoso. El magnate de los medios de comunicación Barry Diller, un gran operador, declaró a la CNBC la semana pasada: 'Pasaron meses intentando redactar palabras que protegieran a los autores de la IA, y acabaron con uno o dos párrafos torturados que en realidad no hacen nada por nadie'.

Si bien las compañías no podrán obligar a un guionista a utilizar programas como el ChatGPT, el Wall Street Journal confirmó que “Hollywood conservó 'el derecho a entrenar modelos de inteligencia artificial basados en el trabajo de los autores' según los términos del acuerdo. (…) Las empresas de entretenimiento están estudiando el uso de herramientas de IA para todo, desde resumir guiones hasta efectos especiales o marketing promocional'. Tanto Warner Bros. Discovery como Disney han hecho públicos sus amplios proyectos de IA. El resto, sin duda, sigue la misma línea.

La aplicación de la IA es un robo directo a los trabajadores: Un comentarista de Wired describe: 'Los actores han sido sustituidos por réplicas de su imagen realizadas por la IA, o sus voces han sido directamente robadas. Los autores han visto su trabajo plagiado por ChatGPT, los estilos de los directores han sido replicados por MidJourney, y todas las áreas del equipo están maduras para ser explotadas por los estudios y Big Tech'.

La mayoría de los autores no conservan los derechos de autor cuando venden un guión a un estudio o trabajan por encargo. “Este punto es en realidad una gran victoria para los estudios”, coinciden los medios. Por ejemplo, Marvel 'podría producir toda una serie de televisión generada por la IA, contratar a sus tres autores mínimos para que la revisaran a cambio de todos los créditos y de un buen sueldo como guionistas de plantilla, y reducir así el tiempo y el coste de desarrollo de una serie de televisión. Nada de esto entraría en conflicto con el nuevo contrato, porque Disney/Marvel seguiría siendo propietaria de toda la IP [Propiedad Intelectual] subyacente utilizada'.

En tanto, los actores siguen el paro y mantienen las convocatorias de piquetes a las puertas de los estudios. El WGA autorizó (sic) a que los guionistas sigan solidarizándose con sus compañeros intérpretes mientras se mantenga el conflicto laboral.

Este lunes, SAG-AFTRA, los sindicatos de actores, pusieron más presión sobre la industria. Los actores involucrados en los videojuegos, un sector que este año ha tenido ganancias cercanas a los 35.000 millones de dólares, aprobaron el lunes ir a huelga si no se llega a una mejora de las condiciones en la negociación del contrato. La amenaza promete alargar el extendido verano de conflictos laborales que ha vivido Estados Unidos. Las compañías que deben responder al envite son los gigantes Activision, Electronic Arts, Epic Games, Take 2, además de las divisiones de Disney y Warner Bros.

No hay paz para Hollywood.

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Hollywood: la huelga de guionistas cumple cuatro meses Por Olga Cristóbal, 15/09/2023.

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