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El desarrollo de la campaña y los debates presidenciales han puesto de manifiesto el carácter reaccionario de este proceso electoral.
La campaña se ha convertido en una gran operación de ocultamiento del “golpe de estado” económico que los candidatos capitalistas preparan para después de la elección. Los Massa, Bullrich y Milei se disponen a colocar todo el poder del Estado para consumar una contrarrevolución social y laboral, El punto de partida será la megadevaluación de la moneda y una serie de tarifazos, que pulverizarán por completo los salarios y las jubilaciones. No es un ‘ajuste’ más, es un golpe político estratégico. La corrida contra el peso en estos días y el principio de una crisis bancaria apuntan en esta dirección. Milei lo dijo sin pelos en la lengua. La reestructuración de la deuda pública está condicionada a la ejecución de este golpe de estado económico.
El próximo presidente está forzado a dar un desenlace a esta crisis, que se ha profundizado desde marzo de 2018 y el acuerdo de Macri con el FMI. Lo tiene que hacer en un marco de crisis de gobernabilidad, como lo verifica la vacancia de gobierno de los Fernández. No se puede permitir un abordaje ‘gradualista’, a riesgo de no llegar a la inauguración del año legislativo en marzo. El obligado golpe de estado económico puede llevar a lo mismo, si se enfrenta a una rebelión popular. Esta es la caracterización de conjunto de nuestro partido, Política Obrera. Los recursos ‘tradicionales’ de contención de la crisis económica han caducado. La nueva etapa será determinada por el desenlace que enfrenta el nuevo gobierno. La corrida contra el peso, en estos días, constituye una maniobra pregolpista, que perjudica por sobre todo a la candidatura de Massa. Las elecciones tienen el objetivo de empoderar al nuevo presidente, por medio del voto popular, para encarar el desenlace mediante un golpe económico desde el poder del Estado. Nuestro partido advierte de esta situación para que los trabajadores desarrollen la organización necesaria para enfrentar esta calamidad.
En estas condiciones hemos intervenido en las PASO con este planteo político. En la nueva etapa electoral llamamos a no votar a ninguno de los candidatos del golpe antiobrero.
El FIT-U ha intervenido en la etapa de las PASO y ahora con un planteo parlamentario. No advierte la bancarrota capitalista de Argentina, ni llama, en consecuencia, a una intervención histórica de los trabajadores. El carrerismo electoral sigue impregnando sus filas, como lo muestra que cada partido del FIT-U impulsa a sus candidatos y boicotea a los de sus rivales. Marginado de la posibilidad de disputar la Presidencia, el voto al FIT-U tiene solamente un objetivo parlamentario. Hacerlo significa apoyar su programa y su carrerismo electoral; no tiene incidencia en la disputa fundamental. El FIT-U apoyó votaciones impulsadas por los partidos del régimen, como el voto en la Legislatura porteña a la reglamentación de Netanyahu y Trump a las críticas al sionismo, o los quórums garantizados por el PO oficial a Capitanich para aprobar los presupuestos y la venta de tierras fiscales. Nuestro partido no promueve, con el voto, el carrerismo político, el electoralismo y el parlamentarismo que no es usado como tribuna socialista. Repetimos, nuestra política, incluso y especialmente la electoral tiene el propósito de desenmascarar el objetivo de estas elecciones, que es descerrajar un golpe de estado económico, y llamar a preparar una lucha de conjunto por medio de la acción directa de los trabajadores.
Un golpe de estado económico A diez días de las elecciones. Por Marcelo Ramal, 10/10/2023.
Los presidenciables: qué dijeron y qué ocultaron Por Jorge Altamira, 02/10/2023.
Desde Política Obrera llaman a votar en blanco y no por la izquierda “que está cada vez más adaptada al Estado” Publicado en www.cuarto.com.ar, 25 de septiembre de 2023. Publicada en politicaobrera.com el 28/09/2023.
Nuestra posición electoral Declaración de Política Obrera, 26/09/2023.