Trabajadores aeronáuticos en tiempos de Pandemia

Escribe Corresponsal, trabajadora de Aerolíneas Argentinas

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En medio de esta pandemia, los trabajadores aeronáuticos cumplimos un rol fundamental para garantizar repatriaciones de más de 25 mil pasajeros varados en el exterior, el traslado de personas dentro del país, la búsqueda de respiradores y material sanitario a China (el caso de Aerolíneas Argentinas) y el traslado de órganos del INCUCAI.

Siendo que fuimos los primeros expuestos al Coronavirus, cuando recibíamos y trasladábamos argentinos que venían de países con gran cantidad de contagiados como Europa o Estados Unidos, y compartiendo las mismas instalaciones que los pasajeros en los Aeropuertos, las aerolíneas recién entregaron los elementos de protección mínimos cuando los trabajadores lo exigieron. Nos adaptamos a protocolos cambiantes y descoordinados entre las empresas y Sanidad, y tuvimos que poner la cara frente al malestar de pasajeros.

En el caso de los más precarizados, como los de limpieza o seguridad, los propios trabajadores debieron auto proveerse del material y no tuvieron el derecho a pedir licencia en caso de ser población de riesgo o cuidado de menores. Ante la exigencia de realizar test masivos a todos los trabajadores de los aeropuertos, ningún sindicato y mucho menos las empresas o el Gobierno lo consideraron necesario.

Crisis aerocomercial global

Un informe de la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) alertó que a raíz de la inactividad que generó la pandemia peligran 25 millones de empleos en la industria aerocomercial en todo el mundo (*), cuando esta misma organización demostró que en los últimos años la actividad aérea generó balances positivos millonarios para las aerolíneas con aumento del tráfico aéreo y ocupación casi total en los aviones. Ahora mismo, los precios de los combustibles (el insumo más importante) se encuentran por el suelo.

Al igual que el resto de las empresas, los CEOS de las aerolíneas, ante el parate de actividad impuesto por la cuarentena, en seguida atacaron los salarios, convenios y puestos de trabajo a nivel mundial. En Estados Unidos, las aerolíneas más importantes, como American Airlines o Delta, aplicaron despidos masivos, suspensiones sin goce de sueldo por un año y reducción de todas sus operaciones. En Europa el panorama es similar y todas las aerolíneas privadas salen a pedir el rescate del Estado para no ir a la quiebra.

En Argentina, los ataques a los trabajadores son los mismos. En el caso de la Aerolínea LATAM, inmediatamente después de decretarse la cuarentena, anunció a los 40 mil trabajadores de la compañía a nivel mundial que reduciría los salarios a la mitad por tres meses y amenaza con despidos. En el caso de los trabajadores del Free Shop, la empresa extorsiona a los trabajadores a aceptar la rebaja del 30 por ciento de sus salarios. También hubo casos de despidos en la tercerizada GPS que garantiza la seguridad de los vuelos, después de que los trabajadores se organizaron en asamblea para exigir materiales de protección; tras una intensa lucha lograron ser reincorporados.

Los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, pese a que el gobierno de Fernández prometió recuperar la aerolínea de bandera tras 4 años de vaciamiento macrista, recibimos una carta del presidente de la empresa que alerta que la aerolínea ya no va a ser como antes debido al déficit que se encuentra, y nos invita a “adaptarnos” a lo que se viene. El mismo dirigente sindical de tripulantes de cabina que nuclea los trabajadores de las principales aerolíneas del país, Juan Pablo Brey, indicó que hay que sentarse a negociar recortes y que el achique es una realidad.

El transporte aéreo en nuestro país genera 71 mil puestos de trabajo y contribuye con 12 mil millones de dólares al PBI (**). Ante este ataque abierto contra los trabajadores aeronáuticos, es fundamental que exijamos a nuestros sindicatos que no aceptaremos ninguna rebaja salarial, recortes en nuestros convenios ni despidos. Que se hagan cargo de las pérdidas las aerolíneas que durante años lucraron millones a costa de nuestro trabajo con horarios y francos tan sacrificados. También debemos pelear para garantizar la actividad aérea en condiciones de absoluta seguridad ante la circulación del virus y licencias para todos los trabajadores en edad de riesgo y cuidado de menores. Para ello, es fundamental que impulsemos comisiones de seguridad e higiene independientes de la burocracia y el gobierno para que, junto con profesionales de salud, podamos definir en asambleas cuales son los métodos de cuidado que necesitamos. Para que esta crisis no la paguemos con nuestros bolsillos y calidad de vida, hay que organizarnos y salir una vez más, a dar la pelea a las pistas.

(*) IATA, comunicado n°28. www.iata.org. 7/12/2020 (**) IATA Argentina, Oxford economics www.iata.org. 19/12/2019

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