Salta: Sáenz se enrola en las "fuerzas del cielo"

Escribe Violeta Gil

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Gustavo Sáenz oficializó el decreto 45 mediante el cual se establece el congelamiento de los gastos provinciales por un plazo de 6 meses. El anuncio lo había hecho en diciembre. Con independencia de quién gobierne en Nación, el salteño ya preparaba su propio golpe de Estado económico contra los trabajadores.

“Por el plazo de 180 días no podrán producirse incrementos en la remuneración o equivalencias remunerativas de los ministros, secretario general de la Gobernación, Fiscal de Estado, Síndico General de la Provincia, secretarios y Subsecretarios de Estado, etc." (Boletín Oficial). A continuación, Sáenz congela salarios a la masa de trabajadores provinciales y municipales que, en el último trimestre, vieron empobrecer sus ingresos en el orden del 45 %. Por otro lado, es evidente que el sueldo de un empleado municipal no se compara con el de un secretario de Estado.

También se congela la designación de trabajadores a planta, afectando principalmente a la salud, donde se concentra la mayor proporción de precariedad del trabajo, con enfermeros, médicos, camilleros y agentes sanitarios contratados como monotributistas. También impone jubilaciones compulsivas bajo amenaza de aplicar despidos.

Sáenz se refiere a la necesidad de adoptar medidas transitorias, "procurando evitar un deterioro que perjudicaría al conjunto de la sociedad”. Sin embargo, el desequilibrio económico monumental de la vida de los trabajadores es responsabilidad directa de la política de confiscación del gobierno. El pedido de “paciencia” a la docencia es un verdadero acto de provocación política.

La prórroga del presupuesto 2023 significa, para el gobierno, la posibilidad de hacerse de una masa de recursos por lo menos 200 % superior a los calculados en 2023, debido a la tendencia inflacionaria del año pasado y con una proyección del 400 % para el año en curso. Esos recursos serán usados de manera discrecional por Sáenz, mientras que a los trabajadores les congelan las paritarias.

Una familia obrera subsiste con salarios promedios de 150.000 pesos. El 50 % de los trabajadores está en condiciones de informalidad, más del 60 % de la población infantil se encuentra en estado de desnutrición. Paralelamente, desde el gobierno se autorizaron tarifazos en luz, gas, agua y transporte; mientras a los docentes y a los enfermeros les confisca el salario, a los grupos capitalistas les actualiza la rentabilidad según la inflación.

De Massa a Milei, sin escala

El gobernador salteño inauguró el lobby parlamentario en favor de la Ley Ómnibus y del DNU. Fue el primero, en noviembre pasado, en reunirse con funcionarios, antes de que asuman, para negociar. Los diputados del oficialismo salteño rompieron el bloque de Unión por la Patria y conformaron uno propio con legisladores de otras provincias. El mandato es negociar los votos que Milei no tiene por sí mismo, a cambio de los intereses de la burguesía local que representa Sáenz.

Los gobernadores del litio ya pusieron a Flavia Royón en la Secretaría de Minería. En lo sustancial, que tiene que ver con otorgar beneficios extraordinarios a empresas capitalistas, a costa de pulverizar derechos laborales y libertades democráticas, entre Sáenz y Milei, no hay antagonismo. Sáenz va a poner sus votos en el Congreso contra los jubilados y los trabajadores, se ha colocado en el campo de los colaboradores del golpe de Estado civil contra la clase obrera.

Por su parte, la burocracia que dirige la CGT en Salta fue parte del operativo de “reelección”. Se destacó entre los trabajadores durante los últimos años por haber atacado todas las luchas, en defensa de Sáenz y de las patronales. Ahora quedaron desairados porque su socio se enrola con los liberales, pero en vez de denunciarlo y a su política hostil a los trabajadores, le reclaman que se coloque en el campo de las maniobras parlamentarias para bloquear la tendencia de lucha que se caldea contra el DNU.

Para oponer el interés de la clase obrera y derrotar la confiscación de Sáenz y Milei, los trabajadores necesitamos tomar la iniciativa por un 100 % de aumento de salarios, jubilaciones y asistencia social, actualización salarial cada semana, atada a la inflación. Mediante la acción directa desarrollar la deliberación y las autoconvocatorias en los lugares de trabajo, además de la coordinación de los sectores en lucha. Preparemos una intervención política el próximo 24 de enero, en el paro convocado por la CGT. Con la claridad de que no depositamos un gramo de confianza en la burocracia de la CGT, intervengamos para superarla y construir una nueva dirección en la clase obrera.

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