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En abril, el boleto de subte pasaría a costar 574 pesos. De acuerdo a lo previsto por SBASE, la empresa estatal titular del servicio, llegará a 757 pesos en junio próximo. Se trata de un 505 % de aumento en los próximos tres meses: para nada similar a lo que ocurre con salarios y jubilaciones. En diciembre pasado la tarifa era de 80 pesos.
Para descargar este masazo el gobierno cumplirá con la formalidad de llamar a una audiencia pública virtual no vinculante para ´debatir´ la tarifa técnica. Según el propio gobierno, ésta ronda los 900 pesos. La diferencia se cubre, afirman, con subsidios de la Ciudad. El sindicato de trabajadores del subte aún no se ha pronunciado al respecto.
El subterráneo traslada millones de trabajadores a diario. En las últimas semanas quedó en evidencia que no hay ningún mantenimiento de las vías ni los coches: abundan los accidentes y las inundaciones en los túneles. Hoy mismo el incendio de un cable de la línea A obligó a evacuar el tunel. El desgaste del material rodante y de las vías es acuciante. A esto, hay que sumarle la negativa de la empresa y el gobierno de avanzar con la eliminación del asbesto.
No será el único tarifazo porteño. Por otra parte, los peajes de los accesos a la Ciudad aumentarán un 185% en dos tramos. El primero será de 150 % y está previsto para abril; el segundo, de 35 %, se aplicará en junio. El peaje por las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno, por lo tanto, pasará a tener un costo de 2.276 pesos en hora pico para los vehículos livianos en el primer tramo y 3.072,71 en el segundo (El Cronista, 15/2). Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), la empresa encargada del mantenimiento y la explotación de las autopistas en CABA, se escudó en el aumento de los ´costos´ para justificar el tarifazo.
El aumento en el subte y en los peajes de la Ciudad de Buenos Aires ponen en sintonía al gobierno de Jorge Macri con el Nacional, luego de los despidos de los trabajadores municipales de diciembre último y el congelamiento de las paritarias.
Los trabajadores del INDEC acaban de publicar el informe que señala que la canasta para que una familia viva en CABA es 931.323 pesos sin contar el costo del alquiler. El tarifazo, la inflación y la pulverización de los salarios van de la mano de la inacción consciente de los sindicatos.
Si aumentan los costos para las empresas, también aumentan para los trabajadores. Hay que dar una pelea en unidad contra el tarifazo y por un salario mínimo inicial igual al costo de la canasta familiar, indexado por inflación cada quince días.
Organicemos la pelea por el salario. La huelga general
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