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A partir del sábado 17 de febrero, el boleto del transporte urbano de la capital de Córdoba pasará a costar de 340 pesos a 700 pesos. Este es el segundo incremento en menos de un mes y significa un aumento del 105 %, el más grande que se ha dado desde 1994. Esto ocurre en un período de hiperinflación y salarios congelados como el actual.
La suba del boleto fue comunicada a través de un Boletín Oficial de la Municipalidad, el cual justifica el aumento con la continuidad del servicio y de boletos sociales como el educativo. Sin embargo, ya comenzaron los exámenes de febrero y el boleto está restringido para el inicio del ciclo lectivo, es decir, mediados de marzo.
Esta suba del boleto tiene como principal causa la eliminación del subsidio para el interior que lleva adelante el gobierno nacional. El subsidio al transporte es una política de Estado que tiene como objetivo reducir costos, pero su eliminación tiene como efecto un aumento en las tarifas que afecta el bolsillo del trabajador. O bien se compensa subsidiando el costo del capital mediante impuestos, o bien se paga el precio con su bolsillo.
Este aumento -y los que vienen- ponen en juego la continuidad tanto laboral como educativa. El transporte público se ha transformado en un medio completamente ineficiente debido a los intereses del gran capital. Los trabajadores debemos discutir la necesidad de luchar por un aumento del 100 % de salarios y jubilaciones, indexado por inflación, en asambleas barriales, lugares de trabajo y de estudio.
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