Escribe Emiliano Fabris
La entregada de las burocracias provinciales y CTERA debe ser respondida con el llamado a autoconvocatorias y plenarios de base.
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Hacia el inicio de las clases previsto en distintas provincias el 26 de febrero, el ministro de Economía Luis Caputo confirmó en una entrevista en La Nación que el fondo nacional para salarios docentes y servicios escolares “caducó”. Es un hurto completo, porque este fondo está previsto en el presupuesto con el cual Milei está gobernando. Caputo ratificó que todo el peso del salario y el financiamiento educativo caerá en las provincias.
En el Congreso se han presentado diversos proyectos para restituir estos fondos con algunos matices, y que reunirían una mayoría para ser aprobado mediante una sesión especial. Luego debería pasar por el Senado sin modificaciones y al final derogar el veto presidencial.
Esto se suma a otra reciente provocación: declarar a la educación como un “servicio esencial” para limitar el derecho a huelga.
Por estos días tendría lugar una reunión entre los secretarios Carlos Torrendell de Educación, Omar Yasin de Trabajo y los sindicatos docentes nacionales para discutir el `salario mínimo docente´. En ese caso se establecerá un mínimo según los preceptos de Caputo: “lo que puedan pagar las provincias”.
Algunos gobernadores ya abandonaron el reclamo del envío de los fondos nacionales como es el caso de Chubut, que anuncio la constitución de uno propio. Al mismo tiempo, se están cerrando las paritarias provinciales con actualizaciones por debajo de la inflación y sumas en negro, con connivencia de los sindicatos provinciales. Es el caso de Buenos Aires, Catamarca (desafiadas por un importante movimiento de docentes autoconvocados), Mendoza y se espera que suceda lo mismo en Entre Ríos y en CABA. En el resto de las provincias, habrá definiciones en los próximos días, especialmente en Córdoba en donde se pretende imponer una cláusula de presentismo docente, y en Santa Fe, donde se ha desconocido la cláusula de actualización del 2023. En todas las demás las paritarias provinciales están abiertas y en algunos casos con movilizaciones callejeras, como las convocadas por el SUTEF de Tierra del Fuego.
Los sindicatos adheridos a la CTERA ya han dicho que se sujetarán a medidas convocadas nacionalmente. En el caso de Buenos Aires, Baradel ha aceptado sin chistar el cierre por decreto de la paritaria 2023 y una miseria de aumento para marzo.
Por su parte, el congreso extraordinario de CTERA del jueves 22 transita en la cuasiclandestinidad. No ha sido preparado mediante plenarios de cada provincia y delegados con mandato. En las asambleas del SUTEBA, la Celeste anticipó que habría un paro nacional de CTERA el 26 de febrero, pero lo cierto es que CTERA no lo está agitando ni preparando y, por los medios, lo ha condicionado a la reunión que esperan de parte del gobierno nacional. A su vez, el 26 sería un paro que afectaría a solo una parte de las provincias. Así, se presentaría a todas luces como un paro aislado, sin afectar el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso y de las clases en el resto del país que tendrá lugar el 1 de marzo.
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