Merlo

El activismo de la Clínica Provincial se planta y pelea la reincorporación

Escriben Patricia Urones y Julio Gudiño

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El jueves 22 de febrero, la Jueza Laura Andrea Moro, del Juzgado Civil y Comercial N° 3 de Morón, dio apertura al concurso de acreedores presentado por la Clínica Provincial de Merlo varios días después de producir cerca de 80 despidos ilegales y masivos. El concurso, de acuerdo a la funcionaria, tiene por delante varios meses, antes de que pueda llegarse a un acuerdo con los acreedores, entre ellos los trabajadores despedidos. En la resolución, el juzgado intima a la empresa a presentar “los libros que lleve referido a su situación económica si los hubiere” (sic) para acreditar la “crisis”. Esto no es un detalle menor pues la “crisis” fue el motivo fundamental que la empresa esgrimió para producir los despidos masivos.

El objetivo fundamental del concurso de acreedores es extorsionar a los trabajadores despedidos, de un lado, para que acepten indemnizaciones irrisorias, y de otro lado, para que los trabajadores de planta acepten la flexibilización laboral, la polifuncionalidad y el pago de los salarios en cuotas so pena de quedar en la calle.

Los trabajadores de planta denuncian que la “crisis” es un dibujo porque los pisos de las terapias, los consultorios y las guardias rebasan de trabajo y que la patronal los hostiga para que realicen el trabajo del 30 % del plantel despedido. Además, los trabajadores son presionados a realizar horas extras. Todo esto deja a descubierto que los despidos masivos no se deben a una merma de trabajo. La avanzada de la patronal sobre los salarios y condiciones de trabajo se produce ante la mirada cómplice de la dirección de ATSA (D’ Andrea) que fundamentaba su inmovilismo ante los despidos masivos en su “deber de cuidar las fuentes de trabajo y las condiciones de trabajo de quienes quedaron trabajando”.

El clima laboral hoy en la Clínica Provincial es un infierno porque además de la sobrecarga laboral los trabajadores siguen cobrando los salarios en cuotas y no han cobrado la deuda salarial. En estas condiciones, el convenio de ATSA es papel mojado. Esta misma flexibilización le ha permitido a la empresa acumular ganancias fabulosas, incluso con sendos subsidios otorgados por el gobierno provincial durante la pandemia y, luego, por medio del FESCAS, otro subsidio, pero para el pago de salarios.

La extorsión de la patronal para imponer la flexibilización laboral dentro de la clínica está siendo rechazada por un grupo de trabajadores que se han plantado y pelean su reincorporación en la justicia laboral. Dentro de este grupo de trabajadores se encuentran los dos congresales de ATSA despedidos a pesar de tener fueros gremiales. Esta planteado reorganizar el lugar de trabajo para imponerle a la patronal, por medio de la lucha, el pago de todas las deudas salariales, el pago del salario en tiempo y forma, el respeto del convenio colectivo y la reincorporación de los compañeros que pelean por su puesto de trabajo.

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Merlo: cómo sigue la lucha contra los despidos masivos en la Clínica Provincial Por Julio Gudiño, 21/02/2024.

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