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Este martes el Encuentro Memoria Verdad y Justicia retomó sus reuniones. La organización del acto del próximo 24 de Marzo se encuentra empantanada. Los organismos kirchneristas han desairado la propuesta del acto ´unitario´ con dos documentos que propició la mayoría del EMVyJ, encabezada por los partidos del FITU. No se han producido nuevas reuniones ni contactos. Los K sí tuvieron una cita, en cambio, con Adolfo Pérez Esquivel, del Serpaj. Más tarde, éste dirigió una nota al EMVyJ alentando un acuerdo por una marcha única “en defensa de los derechos humanos y la democracia” y condenando, en cambio, la pretensión de que se lean dos documentos porque eso serviría, según su entendimiento, “para aprovechamiento de Milei”. Los K se sirvieron de una operación de prensa, hace exactamente un mes, para instalar que el acto ´unitario´ de los dos espacios con un documento común ya había sido acordado. Contaron con el respaldo de la diputada Bregman, quien celebró la ´convergencia´. Desde entonces, se pospusieron citas y congelaron los contactos bilaterales.
Frente al impasse, el MST propuso la salida de un nuevo comunicado, emplazando públicamente al kirchnerismo a reanudar las reuniones. Como expresó uno de sus dirigentes, se trata de “pelear hasta el final por la unidad y demostrar que el otro no quiere”. Es decir, el propósito es la autoproclamación unitaria con la mirada puesta en el propio ombligo. Para el PTS, en cambio, se podría regatear “una marcha con dos actos”, en lugar de un acto con dos documentos. El aparato del PO, que a diferencia de 2016 -cuando sus actuales aliados en el FITU proponían un ´frente anti Macri´ con los K- esta vez no rechazó un frente político con el kirchnerismo, sino que propuso agregar a la epístola del MST la cita de la columna del EMVyJ. Con esto, no digamos que pretende salvar la ropa, sino presentar la movilización del EMVyJ como un hecho consumado.
Sin embargo, estas maniobras y sus variantes fueron rechazadas por un variopinto arco de organizaciones decididas a ir hasta el final para sellar un acto con los K. Rechazaron el emplazamiento público propuesto por el MST, sus alusiones a “un acto sin censuras” y otras similares. Simplemente, dijeron, llamen por teléfono a los K. Algunos compañeros caracterizaron al kirchnerismo como una fuerza política en retroceso, lo cual es cierto. Pero esto no justifica su revitalización de la mano de un movimiento que siempre los combatió. En definitiva, el kirchnerismo ha logrado neutralizar la iniciativa del EMVyJ mientras prepara su acto, reservándose el horario central de la jornada. Como anticiparon, blindarán su palco con las barras de la CGT y los intendentes.
Nadie mencionó, en cambio, la importancia de establecer un compromiso práctico para derrotar al protocolo represivo de Milei-Bullrich, garantizando la ocupación de la calle con piquetes masivos. El kirchnerismo, conviene recordar, viene ajustándose al dictamen administrativo del ministerio de Bullrich. Así lo ha hecho la CGT el 27 de diciembre en Tribunales y el 24 de enero en el Congreso, ATE Capital y CTERA con concentraciones ´exprés´ y las locutoras del 8M, insistiendo en el ´cuidado´ personal, frente a una multitud desbordante de mujeres.
Al término de esta primera parte de la reunión, continuó la discusión del documento, iniciada la semana pasada. El documento celebra que haya 1.159 represores condenados -es decir apenas 1.2 represores por cada uno de los 900 campos de concentración que funcionaron bajo la dictadura- y que otros 419 se encuentren, a casi medio siglo de los hechos, bajo proceso. Es una completa distorsión del operativo de rescate del aparato represivo que encabezó la democracia capitalista. Previsiblemente, a esta altura, luego de denunciar a “la dirigencia de la CGT y la CTA” por “pactar” (?) les reclama “un paro general activo y un plan de lucha. En la víspera, Héctor Daer anunciaba nada menos que en el simposio de la AmCham -la cámara de comercio norteamericana- su predisposición a colaborar con una reforma laboral tramitada por el Parlamento.
La única organización que rechazó compartir un frente político con los cómplices de Milei, con los gobernadores y legisladores que negocian y viabilizan su tránsito hacia una dictadura civil, hemos sido Política Obrera. No improvisamos nada: la misma conducta mantuvimos durante el gobierno de Macri, antes de nuestras expulsiones, cuando militábamos en el Partido Obrero.
El 24 de marzo marcharemos con nuestras banderas y nuestro programa histórico contra los delfines de la dictadura militar y sus cómplices.