Vení a la marcha en la columna de Política Obrera. Nota de tapa de Política Obrera N°90 edición impresa.
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El DNU de Milei, el Protocolo de Bullrich, el despliegue de las fuerzas de Seguridad para intimidar a manifestantes y al Congreso, el cierre de empresas estatales ‘manu militari’, el elenco de gobierno que reivindica a la dictadura genocida, otorga a este 24 de Marzo un lugar especial.
Milei y sus secuaces del macrismo y otros apelan al establecimiento de un gobierno por decreto y un estado policial, para imponer a los trabajadores el mayor golpe económico de toda la historia reciente de Argentina. Los salarios, las jubilaciones y el empleo se han derrumbado como consecuencia de una política inflacionaria (“licuación”) y una poda brutal de gastos sociales.
Este tsunami ha tomado al pueblo por sorpresa, pero progresivamente ha comenzado una lucha popular que deberá alcanzar dimensiones históricas. Los delfines de la dictadura cuentan con la complicidad de todo el arco político, que ahora se manifiesta a favor de un Pacto de Gobernabilidad y en la aplicación de violentos ‘ajustes’ en las provincias, como ocurre en territorio bonaerense - ‘nacional y popular’- con los aumentos miserables de salarios impuestos a docentes y estatales en general.
Son los secuaces de los delfines de la dictadura.
La burocracia de los sindicatos desempeña en todo esto un papel especial, al firmar salarios a la baja y frenar toda respuesta de conjunto a estos atropellos. Los sindicatos y centrales obreras, controlados por el pejotismo y el kirchnerismo, se las han arreglado para que el monumental ajuste a los salarios -y ahora los despidos- puedan avanzar sin una lucha de conjunto y a fondo contra el gobierno usurpador.
La Marcha del 24 de Marzo debe ser el puntapié de una gran contraofensiva obrera y popular, o sea, el punto de partida de una huelga general.
En estos mismos momentos, el Gobierno y los opositores están diseñando un ajuste de las jubilaciones que excluye los meses altos de inflación. Culmina un proceso iniciado en 2003, para reducir las escalas jubilatorias a la mínima, desvalorizar aún más esa mínima, convertirla en una pensión a la vejez y abrir el sistema de retiro laboral a las compañías de seguros.
Este gigantesco ataque cuenta con el apoyo cerrado de las patronales, nacionales y extranjeras. El más vociferante ha sido el de la Cámara de Comercio Argentino-Norteamericana, donde ‘militan’ el Citibank, la Corporación de Eurnekian y Techint.
En medio de una pobreza del 60 %, las ganancias capitalistas suben por el ascensor.
La oligarquía agraria ha recibido a Milei, en la Expoagro, como un héroe.
El propósito del estado de sitio ‘protocolar’ es liquidar el derecho laboral y el derecho de huelga, privatizar por completo el sistema de salud y promover despidos en masa. La ‘estabilización’ bajo el capitalismo es siempre un hundimiento de las condiciones del trabajo.
No hay, sin embargo, ninguna estabilización. Hay sí un aumento fenomenal de la deuda pública que ya se encuentra en niveles fenomenales, con el pretexto de retirar circulante en pesos y dolarizar la economía. Al ritmo actual, Argentina podría llegar al billón de dólares de deuda, local e internacional.
Movilicémonos contra el protocolo represivo de Bullrich. Defendamos el derecho de huelga en la acción.
Abajo el DNU y todos los decretazos oficiales.
100 % de aumento de salarios y jubilaciones, abajo la reforma laboral.
Abajo el genocidio sionista en Gaza, por el retiro incondicional de las tropas sionistas. Por un juicio internacional contra los crímenes de lesa humanidad.
Abajo la guerra de la OTAN-Rusia en Ucrania, por el derrocamiento de los gobiernos imperialistas en todo el mundo.
Por la unidad internacional de los trabajadores.