Tiempo de lectura: 2 minutos
La patronal del Sanatorio San José, ubicado en el barrio porteño de Palermo, el pasado jueves 7 de marzo despidió a más de 50 trabajadores, muchos de ellos con más de 10 años de antigüedad. Los despedidos fueron notificados por WhatsApp y desde entonces no los dejaron ingresar a sus puestos de trabajo.
Entre los despedidos hay personal de los sectores de enfermería, mantenimiento, esterilización y archivo. A todos ellos se les imputó la misma causa como causal de despido -“mal desempeño laboral y entorpecimiento en el desarrollo del trabajo”- para no pagarles la indemnización correspondiente. “Al inventarnos una causa, nos va a costar un montón cobrar la indemnización. No es la primera vez que sucede. Ya tienen miles de juicios", cuenta una trabajadora que llevaba 13 años trabajando en el sanatorio. La empresa pertenece a la Federación de Círculos Católicos de Obreros (FCCO) y no ha hecho distinción entre los despedidos, incluyendo mujeres con hijos y familiares con discapacidad a su cargo.
Los trabajadores y trabajadoras además denuncian que no han cobrado aún el sueldo de febrero y que hace más de cinco años la patronal viene pagando los salarios en cuotas. Además, adeuda el aguinaldo de diciembre 2023 y el bono de $70.000 resultante de paritarias que debería haberse cobrado a principios del mes de febrero. También ha recortado prestaciones y cerrado servicios, recargando aún más de tareas al personal. El vaciamiento llega al punto que ha quedado un solo trabajador a cargo del sanatorio en turno noche.
Los trabajadores y trabajadoras despedidos hicieron pública su situación en los medios de comunicación, lo cual ha arrojado, hasta ahora, la reincorporación de ocho de ellos, mientras la mayoría aún no ha obtenido respuesta favorable. Mientras tanto, la patronal mantiene su postura negativa a abonar lo adeudado y reincorporar a los compañeros.
Como viene sucediendo en diversos sanatorios privados (Fundación Favaloro, Centro Gallego, Sirio Libanes, Diagnóstico Médico) las patronales aducen crisis sin siquiera hacer públicos sus libros contables y sin formalizar tampoco la presentación de recursos preventivos de crisis. En la Clínica de los Virreyes, ubicada en el barrio de Belgrano, este argumento fue la excusa para imponer una reforma laboral de hecho y cambiar a los trabajadores del convenio de Sanidad al de UTEDyC, el sindicato de personal de entidades deportivas y civiles. Mientras tanto, colapsan las guardias por el incremento de casos de dengue en todos los hospitales públicos y privados de la Ciudad. Las patronales de la salud privada privan a la población -tanto a quiénes tienen prepagas u obra social- de la atención médica más elemental.
Representantes de ATSA Buenos Aires piden “cautela” y que esperen a los resultados de las reuniones que se están llevando a cabo con la patronal. Pero no se puede esperar cuando lo que está en juego es el sustento económico que garantiza el plato de comida en el hogar. La grave situación exige una acción decidida por la reincorporación, el pago de los salarios y aguinaldos adeudados, realizando asambleas y acciones y fortaleciendo la organización tanto dentro del sanatorio como entre los despedidos y despedidas.
Todo el apoyo y solidaridad con los trabajadores y las trabajadoras del Sanatorio San José.