Escribe Christian Miguez - Miembro de la Comisión Interna Acindar Villa Constitución
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Estamos cursando la tercera semana de paros en las empresas siderúrgicas y el lunes habrá una nueva audiencia en la secretaría de Trabajo para intentar arribar a un acuerdo. Las posiciones siguen alejándose ya que la UOM está reclamando que se apliquen los índices de inflación según INDEC a salarios de convenio donde el inicial no llega siquiera a los $400.000. Las empresas, por su parte, iniciaron su oferta con 10 puntos menos por diciembre y se mantienen en esa posición. Para sumar otro ingrediente explosivo a la mezcla, la Secretaría de Trabajo amenaza con no homologar acuerdos por encima de determinados porcentajes. Es decir, que tanto las empresas como la Secretaría de Trabajo están haciendo de esta paritaria una misión imposible.
El 19 de marzo pasado, en la marcha desde Siderca a la ciudad de Campana, se vio una primera muestra de la capacidad de movilización y predisposición a la lucha en las bases de la UOM. En el acto de cierre, Furlán vinculó el conflicto con el impacto negativo que generará en las economías de la región en un momento donde además las políticas de ajuste llevadas adelante por el gobierno nacional pulverizan el poder adquisitivo no solo de los metalúrgicos sino de todos los trabajadores, confrontando las declaraciones públicas de los voceros del Grupo Rocca sobre las medidas de fuerza que se están llevando adelante y las pérdidas que ello implica. En definitiva, tras las 72 hs. de paro no hay otra medida anunciada.
Así como se planteó en el congreso siderúrgico del día lunes 18 de marzo, es más que necesario mostrar este conflicto a las calles de todo el país, dado que el objetivo de las patronales es terminar de imponer salarios de miseria. Hoy la patronal de Techint pone dentro de la Secretaría de Trabajo a tres de sus empleados, dejando claro que los metalúrgicos la tenemos más que complicada y, como si esto fuera poco, el enfriamiento de la economía ha paralizado algunas plantas como Acindar.
Ni los sectores más combativos creían que se llegaría al punto del paro por 72 horas y acá estamos. El paso siguiente debe ser un paro por tiempo indeterminado. En el congreso, Furlán llamó rabiosamente a los delegados a “ser inteligentes” y evitar la huelga indefinida, que se cae de madura después de los paros escalonados. Para Furlán, los industriales tienen así todas las de ganar porque podrían fabricar en otros países y condenar a morir de hambre a los huelguistas. En nombre de “la inteligencia”, Furlán hace propias las amenazas de Paolo Rocca contra los trabajadores. Su estrategia es colocar el paro dentro de la defensa del “modelo de país industrial” del kirchnerismo y colocar a la UOM detrás de los gobernadores y legisladores.
En principio hay que unificar las luchas. La UOM es una sola con el apoyo entre ramas. Preparar esa huelga con asambleas en los lugares de trabajo y plenarios abiertos a otros gremios y sectores en lucha para poder coordinar y combinar esfuerzos en busca del éxito de la misma.
Mientras tanto, se debe profundizar con los paros activos movilizando a las bases metalúrgicas haciéndo oír, tanto en las puertas de las plantas como en todo el país, nuestro legítimo reclamo.
Nuestro esfuerzo diario debe garantizar sustento y futuro a nuestras familias. Que la categoría ingresante garantice cubrir el costo de la canasta familiar y sea base para el resto de las categorías.