Ocupación de BedTime: balance y nuevos desafíos

Escribe Juan Ferro y Pablo Busch

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Luego de siete días de ocupación de la planta, los trabajadores de Bed Time pudieron quebrar el chantaje de una patronal negrera que pretendía que aceptaran una rebaja del salario del 50% o, en su lugar, que se despidiera al 50% del personal. Para presionar, la empresa retuvo la liquidación de las quincenas correspondientes al mes de marzo. Los trabajadores decidieron en una asamblea rechazar este chantaje y mantener una permanencia para evitar que la patronal retirara la producción existente.

Desde el primer día, el conflicto empezó a crecer en solidaridad y difusión. Los compañeros se estaban preparando para realizar una convocatoria a un plenario de sindicatos, comisiones internas y cuerpo de delgados en defensa de la ocupación y de todas las luchas obreras cuando la patronal -que había perdido el control de la planta- se avino a negociar.

El jueves 30 de abril se labró un acta virtual con la empresa, la dirección del gremio plástico local, el Ministerio de Trabajo y los delegados de planta. En ella, la patronal dejó sin efecto los despidos masivos que había enviado al cuarto día de ocupación y se comprometía a pagar al 100% las quincenas adeudadas. Por su parte, los compañeros debieron aceptar como parte de esas negociaciones un esquema de suspensiones rotativas de todo el personal, cada 15 días, con el pago del 75 por ciento del salario neto de cada trabajador.

El viernes 1 de mayo, los trabajadores resolvieron en asamblea levantar la ocupación, a condición de que se firmara una nueva acta exigiendo un relevamiento de las instalaciones, lo que finalmente se realizó con un integrante de la comisión interna, un representante del gremio plástico, personal de vigilancia de la empresa, un equipo audiovisual y dos miembros de la policía de la zona, verificando el perfecto estado de las instalaciones.

Una vez firmada esta acta de verificación, los trabajadores se retiraron de la planta, pero manteniendo un estado alerta hasta que se diese cumplimiento de los términos de las actas firmadas. El lunes 4 de mayo reingresó a la fábrica la primera tanda de compañeros que habían sido despedidos. Pasado el mediodía, se acreditó la primera parte de los haberes atrasados. Con esto, hasta el momento, la empresa está cumpliendo con la primera parte de los compromisos asumidos con sus trabajadores.

La concreción de estos puntos es el resultado de la gran lucha, encabezada por un cuerpo de delegados que viene peleando en defensa de los puestos de trabajo frente a tres cambios de firma de la empresa. Todas las patronales pretendieron, sin éxito, derrotar la dirección combativa de Bed Time, cambiar las condiciones de trabajo y achicar los planteles.

Los trabajadores de Bed Time han salido de una ocupación de fábrica en plena cuarentena con un preciado tesoro. Mantuvieron intacta su organización gremial y ratificaron en la enorme tarea de organizar una ocupación, en situaciones de aislamiento sanitario, confirmando que hay una enorme una gran reserva de lucha en activistas obreros que no estuvieron dispuestos a retroceder en sus conquistas y sus derechos. La ocupación fue una gran escuela para el activismo, que formó un fondo de huelga, una comisión de prensa, una comisión de comida, una coordinación de sus mujeres y hasta elaboró un protocolo y una disciplina de higiene y normas de aislamiento dentro de la ocupación que funcionó mucho mejor que los protocolos de la patronal. Todo este activismo queda mejor preparado para enfrentar futuros intentos de ataques por parte de la empresa.

La lucha de BedTime es la expresión de un proceso que se desarrolla al interior de la clase obrera, que no está dispuesta a dejar pasar los ataques de empresarios que utilizan de excusa la crisis de la pandemia para liquidar sus condiciones de trabajo.

La lucha y el triunfo de BedTime son observados con mucha atención en el gremio plástico, como lo expresaron las innumerables adhesiones de delegados que no ven en la dirección del gremio ninguna voluntad de lucha sobre los ataques patronales. Una asamblea en la propia ocupación, con la presencia de la dirección del sindicato, reclamó un paro nacional del gremio que no se llevó adelante cuando estos chantajes patronales se están realizando en decenas de fábricas plásticas.

Hoy, los dirigentes de esta lucha victoriosa comienzan a ser una referencia para el gremio, por lo que está planteada la formación de una gran agrupación nacional de los plásticos que, mediante un programa común, dispute la dirección de varias seccionales estratégicas y les pueda ofrecer a los trabajadores plásticos una alternativa de lucha que merecen largamente.

¡Viva la lucha de los Trabajadores de BedTime!

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