Escribe Soledad Domínguez
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En diversos establecimientos de salud privada de Capital Federal se están produciendo graves irregularidades salariales. En el Sanatorio Otamendi, como en otros establecimientos, las patronales abonaron solo el 50% del salario, dejando a los trabajadores a la espera de cobrar el resto de sus sueldos a manos de la Anses -que deposita los ATP en la cuenta de cada trabajador. También en el Güemes la patronal pagó una parte del salario. En los hospitales Alemán e Italiano, las patronales informaron que abonarán el sueldo completo, pero que luego, cuando se acredite el subsidio de la Anses, descontarán la diferencia de la liquidación siguiente. En el Dupuytren y sanatorios del Grupo Galeno se demoraron en el pago. Se suman a sanatorios que informan que acudirán al decreto de asistencia al trabajo y la producción (ATP) Clínica Flenni, IADT, Sanatorio Colegiales, Favaloro. Y todo indica que la lista de irregularidades y de reducciones salariales se ampliará. En el Hospital Italiano, les han reducido el 12% del salario a los médicos.
Los motivos que esgrimen las patronales es una supuesta crisis en la salud privada. Las cámaras empresarias, con Belocopitt -dueño de Swiss Medical- a la cabeza, Informan que el sistema de salud privada está en un 50 % del uso de sus capacidades y exigen ser incorporados en el decreto Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) 332/ 376, para recibir apoyo estatal. Por su parte, la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI), que nuclea a sanatorios como Flenni, CEMIC, Italiano, Hospital Británico, entre otros, emitió un comunicado dirigido a Gines González García, donde menciona que “la baja en el porcentaje de ocupación de camas implica una parte de la totalidad de la disminución del monto de la recaudación. Además de la menor cantidad de internaciones, éstas son de menor complejidad y, por tanto, de menor cuantía de facturación en cada uno de los casos. Al mismo tiempo la facturación de prestaciones ambulatorias se ha reducido entre el 85% y el 93%”.
Las prepagas han aumentado sus cuotas, desde febrero de 2019, un 60,67%, llegando algunas familias a pagar hasta más de 35.000 pesos por el plan (Página/12, 17/01). Aun en medio de la pandemia, cobran sus cuotas religiosamente. Es necesario la apertura de los libros contables de las empresas y que a los mismos podamos acceder los y las trabajadoras para saber realmente el estado de situación.
Si los sanatorios y clínicas privadas estuviesen a disposición de enfrentar la pandemia, no hablaríamos de una subocupación del sistema de salud privada ni de camas vacías. Los sanatorios y clínicas hoy se encuentran solo a disposición de quien puede abonar la cuota de la prepaga u obra social, pero sigue la lógica del lucro. Es necesaria la centralización estatal del sistema sanitario bajo el control de los trabajadores de todos los recursos esenciales para garantizar la salud de la población, comenzando por la disponibilidad de camas de internación, de respiradores y de las industrias que los producen, al igual que los laboratorios que pueden proveer de métodos de diagnóstico e insumos esenciales.
El gremio de la Sanidad (ATSA), hasta el momento, no se ha pronunciado. Su línea es la de la CGT, es decir, dar luz verde a la UIA para que las patronales avancen en suspensiones y reducciones salariales. Es más, por medio de la CGT se han encargado de exigir al gobierno subsidios para las obras sociales que se confirmaría con un decreto. Pero ni una palabra con relación a la incertidumbre que genera entre las y los trabajadores no cobrar el sueldo completo.
Los trabajadores marcamos el camino
Los y las trabajadoras del Otamendi realizaron una protesta en la puerta del sanatorio el jueves pasado, exigiendo el pago completo del salario. Luego de esto, lograron un compromiso de que se abonará la segunda cuota el 7. Los trabajadores del Hospital Italiano participaron de la jornada organizada por hospitales y Cesacs de la ciudad de Buenos Aires el martes 28. Esta es la perspectiva. Es necesario que se desarrollen asambleas que discutan como abordar la situación y resolver acciones para exigir el cobro del salario completo. Una acción del conjunto de trabajadores y trabajadoras del gremio, de todos los convenios, es necesaria más que nunca.