Escribe Germán Lavini
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Finalmente, tras seis semanas de plan de lucha, el gobierno de Pullaro, que no había conseguido imponer la rebaja salarial contra la docencia, alcanzó su cometido gracias al favor de la conducción provincial de la AMSAFE, que se acopló al tándem de ATE y UPCN, comprometidos con el ajuste del gobierno.
Tras el encuentro paritario del 9 de abril, la directiva Celeste de AMSAFE, llamó a aceptar la oferta oficial del 18 % para marzo, sin ninguna recomposición por enero ni febrero, cuando la inflación en este primer trimestre rondará el 55 %. Un18 % que constituye apenas un 13 % sobre los salarios actuales, ya que se ha fijado como base de cálculo el salario devaluado de diciembre de 2023. Se ha ignorado además el 22 % adeudado de enero, por la paritaria 2023 y tampoco se cubre lo perdido por la quita del FONID, unos $29.000 pesos.
Las cúpulas gremiales han pactado una paritaria de “tramos cortos”, que consolidará la caída permanente de los salarios, colocando toda discusión sobre la inflación pasada, sin contemplar la proyección, y condicionada a la recaudación. Así, el deterioro salarial se agravará mes a mes.
Este acuerdo coloca al cargo testigo, con el 15 % de antigüedad, en $443.000. La conducción de AMSAFE impuso una propuesta que ha hundido a una enorme porción de los trabajadores de la educación en la indigencia (Según la Universidad de Rosario, una familia tipo necesitó el mes pasado, al menos $432.531 pesos mensuales para no ser indigente, o sea solamente para adquirir los alimentos básicos). Los trabajadores provinciales son lanzados de la pobreza, a la calamidad sin escalas.
Desde el primer momento, la conducción provincial de AMSAFE subordinó el plan de lucha, a la espera de una “oferta superadora” del gobierno, otorgándole todos los plazos y dilaciones. Las delegaciones opositoras, por su parte, también buscaban el salvoconducto de una nueva propuesta del gobierno.
La burocracia malversó el plan de lucha en paros aislados y domingueros, administrados por goteo, y se sustituyó a las movilizaciones por “acciones de visibilización” marginales. La conducción de AMSAFE fue desplazando paulatinamente al gobierno del eje de confrontación, hasta convertirse en vocera de la patronal, llamando a “agarrar esto y después vemos”, y a extorsionar a la docencia con que no se obtendría nada más y apretar con los descuentos. En lugar de hacer una advertencia al gobierno, la conducción de AMSAFE, se valió del recurso de los descuentos contra la docencia.
El resultado final de las mociones fue de 16.510 votos por la aceptación, frente a 14.497 votos por el rechazo. Es una expresión distorsionada por los aprietes y el desgaste operado por las conducciones. La votación en la provincia fue dispar. En seis departamentos se impuso el rechazo, no sólo en los opositores Rosario, Caseros, General López, Belgrano, sino también en San Lorenzo, dirigido por la Celeste, y en Castellanos. En los departamentos de San Javier y San Cristóbal ni siquiera se mocionó por el rechazo en las asambleas, por lo que esa opción no estuvo disponible para ser votada. En departamentos como La Capital, bastión Celeste, nunca se pudo constatar el total de las planillas de votación, a pesar de la insistencia de las agrupaciones de oposición.
El mismo día de cierre de la paritaria docente, jueves 11, la Legislatura Provincial anunciaba la conformación de una comisión para la redacción de un proyecto de reforma previsional. El gobierno ha advertido que tiene el camino despejado para avanzar con su plan de ajuste y reformas de la mano de estas conducciones. Por eso también ha declarado nuevamente que se propone instaurar un mecanismo de presentismo. Sin tomar descanso, el gobierno de Pullaro vuelve a la carga con nuevos ataques y reformas contra los trabajadores y jubilados de la provincia.
El cierre con fórceps de la paritaria no ha conformado a nadie; la misma situación recorre al resto de los estatales de la provincia. Es necesario unir por abajo lo que las cúpulas desunen por arriba para romper el cerco de derrota construido por las burocracias, con asambleas en los lugares de trabajo e impulsando la coordinación y la autoconvocatoria, balancear las luchas y resolver cómo preparamos la intervención necesaria de los trabajadores para poner en pie un paro por tiempo indeterminado y la huelga general para quebrar el ajuste y por nuestros reclamos.