Escribe Germán Lavini
Las cúpulas sindicales al auxilio del gobernador.
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Mientras se cursaban las segundas 48 horas, de la segunda tanda de huelga docente, el 26 y 27 de marzo pasado, las cúpulas de los gremios estatales de la provincia, ATE y UPCN, que hasta ahora habían guardado cauteloso silencio sobre la situación salarial y la paritaria provincial y dejado correr cientos de despidos en la administración pública provincial, hicieron su repentina su aparición frente a la convocatoria del gobierno de Pullaro. La emergencia de las sombras estas direcciones gremiales que en tres meses de brutal ataque al salario y los trabajadores no habían referido ni palabra ni reclamo, se motorizó solícita y predispuesta ante el requerimiento del gobierno.
La propuesta de rebaja salarial que hasta ahora Pullaro no ha logrado imponer a la docencia en lucha, en un santiamén fue firmada por ATE y UPCN, no sin antes escenificar el trámite de una “consulta” a las bases por distintos sospechados mecanismos, como la votación virtual y consultas de los delegados por WhatsApp. A pesar de esto, debieron presentar los resultados de estas consultas como “parejas, divididas, o por ajustado margen”, en el caso de UPCN 52 % por la aceptación y 48 % por el rechazo, y ATE 53 % sobre 47 %. La presentación de estas votaciones “reñidas” en realidad es un intento de legitimación de los dudosos métodos de consulta de estas direcciones que no han convocado a una sola asamblea.
El acuerdo concertado, del 20 % con el sueldo de marzo para las categorías iniciales, y de 17 % para las superiores del escalafón de la administración central, está calculado tramposamente sobre la base salarial de diciembre 2023, o sea que no incluye la cláusula de actualización del 36,4 %. Así que el aumento es del 14 %. Desde ahora, ya no será febrero la base de cálculo, lo que de por sí ya era una confiscación, porque los tramos de aumento no son sobre el último salario percibido, de manera acumulativa como la inflación, sino sobre un punto fijo, ahora más lejano, diciembre 2023. El gobierno ha logrado su propósito declarado, desanclar totalmente el salario de la inflación. Todo un regalo de las cúpulas de ATE y UPCN a la patronal.
Por todo el primer trimestre, los estatales recibirán un 14 %, alrededor de $50.000 pesos. Frente a una inflación que en ese período ya ronda el 55-60 %. Una demolición salarial. Por otro lado, el acuerdo se pagará por planilla complementaria antes del 20 de abril, o sea no con el cobro del mes de marzo. Se ha fijado además el compromiso de volver a reunirse en abril, una paritaria de tramos cortos para fijar sucesivas rebajas salariales sobre inflación pasada, un mecanismo de pérdida asegurada en adelante.
Las últimas jornadas de huelga de la docencia han transcurrido sin ninguna convocatoria de la conducción de AMSAFE a movilizar. Sólo AMSAFE Rosario ha realizado movilizaciones y concentraciones en estos días. A pesar de las dos votaciones masivas de más de 33.000 votos por el rechazo que ha expresado la docencia, la burocracia celeste ha replegado totalmente y apostó a la desmovilización, realizando a lo sumo en pequeñas localidades, algunas acciones puramente testimoniales como volanteadas y clases abiertas, sin movilizar a la base docente, ni enfrentar al gobierno, por el contrario, ha convertido el mandato de lucha de la docencia en otro paro dominguero.
La conducción de AMSAFE ha otorgado todos los plazos al gobierno sin fijar un reclamo salarial, a la espera pasiva de una nueva convocatoria y una “oferta superadora”, un mecanismo de subordinación que no va más. Haciendo la plancha, la conducción de AMSAFE, busca reunir las condiciones para imponer junto con el gobierno, ahora sí, condiciones para hacer pasar la “oferta”.
Pero el gobierno de Pullaro se encuentra en un pantano político. Luego de intentar montar un espectáculo con la militarización y el arribo de fuerzas represivas nacionales sobre Rosario, la crisis de violencia narco que corroe desde el tuétano al estado sólo se ha agravado, exponiendo la inutilidad de la política represiva, que tiene como verdadero propósito intimidar a los trabajadores, como se demostró en su momento con la militarización de la planta de Sancor contra los reclamos sindicales.
Nuestra agrupación, Tendencia Docente Clasista ha venido realizando una campaña de agitación y recorrida de escuelas, que desembocó en una reunión abierta con compañeros docentes de varios departamentos el miércoles pasado. Planteamos que es momento de resolver un paro por tiempo indeterminado, fijando el reclamo de aumento de emergencia del 100 % indexado mensualmente por inflación. Por el salario igual a la canasta familiar y que el gobierno de la provincia cubra y actualice los montos confiscados por Milei y su motosierra antieducativa, como el FONID, hasta que sean recuperados por la lucha, porque en la provincia sí, ¡hay plata!
Pongamos en pié una intervención histórica de los trabajadores, frente a las maniobras de las burocracias entregadoras, coordinemos en asambleas abiertas y autoconvocadas en conjunto con los trabajadores docentes, estatales y de la salud, la lucha para quebrar el ajustazo de Pullaro-Milei.