Miguel Wiñazki no defiende su doble nacionalidad sino la masacre en Gaza y la confiscación de tierras y propiedades en Palestina
Escribe Comité Editorial
Tiempo de lectura: 3 minutos
La dirección editorial de Clarín ha autorizado la publicación de un artículo del periodista Miguel Wiñazki que supera holgadamente el absurdo. Es un alegato a favor de la guerra que ha emprendido Israel bajo el remanido argumento de combatir el Holocausto, que ocurrió precisamente como consecuencia de una guerra, una guerra mundial imperialista. El pueblo judío pagó con seis millones de personas asesinadas -la mayor tragedia de la humanidad- la guerra a muerte entre rivalidades nacionales.
Wiñazki defiende su nacionalidad argentina y su lealtad al Estado de Israel. Alega que ese Estado es un escudo protector contra nuevas Shoas. El argumento raya la perfidia, porque es cierto que Israel ayudó a la emigración de los judíos argentinos perseguidos y torturados por la dictadura militar a la cual daba, mientras tanto, un fuerte y decidido apoyo internacional. Es, por lo tanto, un escudo protector sui géneris. Una defensa auténtica del judaísmo en Argentina hubiera sido que impulsara una campaña internacional para acabar con la dictadura y el apoyo que recibía del imperialismo mundial. El Estado de Israel fue más leal con los verdugos de los argentinos judíos o de los judíos argentinos que con sus víctimas.
Wiñazki rechaza que haya incompatibilidad entre su condición de argentino y su lealtad a Israel, como denuncian chovinistas y antisemitas. Pero la cuestión real no está ahí, en la incompatibilidad o no entre nacionalismos. Wiñazki se equivoca con sus dos lealtades. Como argentino no debería apoyar nunca a Argentina, si el Estado argentino emprende una acción reaccionaria o chovinista contra otros pueblos. Nosotros hemos declarado públicamente que, en caso de que la dictadura militar declarara, como había sido su intención, una guerra a Chile, lucharíamos por el derrocamiento de la dictadura y no por una victoria militar de Argentina contra los chilenos. Hemos exhortado a los chilenos a hacer lo mismo, no a pelear contra Argentina, sino a derrocar a Pinochet. La lealtad de Wiñazki hacia Argentina es repudiable, por su carácter incondicional. La defensa de Argentina debe hacerse en el caso de guerras contra un Estado opresor, como contra la flota británica y norteamericana en 1982.
La lealtad que proclama Wiñazki hacia el Estado de Israel puede ser discutida desde distintos ángulos históricos. Pero en ningún caso puede ser incondicional, como sería el apoyo a los crímenes de guerra contra los gazatíes. ¡En el propio Israel hay quienes los denuncian! “Ámala o déjala, mi patria es mi patria” es una consigna fascista, repetidamente usada en Estados Unidos. Wiñazki la reivindica por partida doble. La cuestión va mucho más lejos de donde quiere ponerla Wiñazki, con su defensa vulgar de la doble nacionalidad. Los Estados nacionales, con independencia de situaciones concretas, como la lucha de un Estado oprimido contra un Estado opresor, se han convertido en una rémora bárbara.
LEER MÁS:
Biden y Netanyahu escalan la guerra en Medio Oriente Por Jorge Altamira, 13/04/2024.
Palestina: guerra reaccionaria, guerra nacional, guerra civil Por Olga Cristóbal, 24/10/2023.
VER LA SIGUIENTE ENTREVISTA:
