Escribe Jacyn
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La huelga indefinida que lanzó la Federación de Trabajadores Aceiteros y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) se desarrolla con gran firmeza, acompañada de piquetes en las principales empresas y en los puertos del Cordón de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Es, junto a la huelga de los trabajadores del SENASA, la única acción directa contra la llamada Ley Bases, la reforma laboral y la reposición del impuesto a las ganancias. Rebautizado como impuesto a los ingresos, serrucha gran parte del salario de la mayoría de los obreros del Aceite.
El SOEA no reclama una huelga indefinida a la CGT, que, por el contrario, ha concluido en un pacto con el gobierno y dice haberse reservado la ´pelea´ por la derogación del nuevo impuesto a las ganancias para el ámbito parlamentario. El impuesto afecta a todos los sindicatos, en especial a los petroleros o incluso a Camioneros y a los trabajadores de la Siderurgia. El jefe del Sindicato de Petroleros y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, señaló que la reinstalación del impuesto al salario afectaría al 70% de los trabajadores petroleros, quienes podrían perder el 30% de sus salarios (vacamuertanews.com). Aceiteros selló un acuerdo que lleva el básico inicial a $1.269.861, de modo que prácticamente la totalidad de los trabajadores del gremio se verán afectados por la reimplantación de Ganancias a la cuarta categoría. El ´paquete fiscal’ establece un piso de $1.800.000 para los trabajadores solteros y de $2.200.000 para casados con hasta dos hijos.
Resulta claro, sin embargo, que el SOEA no apunta a quebrar la Ley Bases o la Reforma Laboral sino a forzar a las patronales aceiteras a absorber el impuesto a las ganancias. Es en lo que ha insistido, precisamente, Daniel Succi, dirigente del sindicato aceitero, quien “mencionó a través de un comunicado que una posible solución al conflicto podría residir en que las empresas asuman el costo del impuesto a las Ganancias, una propuesta que el sindicato sostiene hace mucho tiempo” (La Nación, 29/4). "Las empresas tendrán que hacer lobby a favor de los trabajadores para detener este avasallamiento al salario aceitero y al artículo 14 bis de la Constitución", planteó (Página/12).
En este objetivo, sin embargo, se toparía con dos obstáculos: de un lado, la negativa del gobierno a homologar un acuerdo con la patronal y, al mismo tiempo, la resistencia de esa patronal, que viene protestando contra el retraso del dólar de exportación que ha impuesto Caputo. El gobierno ha militarizado, con la Gendarmería, los puertos del Cordón.
El moyanismo agrupado en la CATT, por su parte, anunció una “interrupción de actividades” de tres horas en el transporte aéreo, marítimo y terrestre, recién para el próximo 6 de mayo. Para esa fecha, la Ley Bases estará aprobada al menos en Diputados. El propósito sería también arreglar con las patronales la absorción del impuesto. La UTA, que está afuera de la CATT, enfrenta una crisis mayúscula en cuanto a la aprobación de un nuevo convenio de trabajo. El frente objetivo, por este reclamo, no ha unificado, sin embargo, a la CATT, a los sindicatos petroleros, a la UOM y a Aceiteros.
Por su parte, los trabajadores del SENASA declararon una huelga de 72 horas, convocada por ATE. La medida paralizará las exportaciones agroindustriales por completo hasta el miércoles próximo. El sindicato denuncia, según expresa un comunicado publicado el viernes, que el proyecto de la Ley Bases “propicia una salvaje reforma del Estado, y el desguace total del SENASA, al no estar incluido en los Organismos exceptuados puntualmente en dicho dictamen", Desde que asumió Milei, la política de ATE se ha caracterizado por ´administrar´ y ´dosificar´ la lucha de los estatales contra los despidos, negociando reincorporaciones puntuales.
El impuesto a las Ganancias sobre la cuarta categoría provocó, hace más de una década un paro general de la CGT, propiciado por Hugo Moyano, que no tuvo más consecuencias que la derrota de Scioli frente a Macri en 2015. La crisis que se ha abierto en la actual situación debe servir para reforzar la agitación por una huelga general, en especial cuando existen interrogantes que aspectos centrales de la Ley Bases, como la delegación de poderes legislativos a Milei, cuente con la aprobación del Senado.