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El 1ro. de Mayo, los partidos del FITU se disolvieron destinando el día en al menos tres eventos separados, aunque el lugar protagónico lo dejó preservado para el acto de la CGT.
En efecto, por la mañana, Izquierda Socialista y el PO oficial participaron del acto de la burocracia sindical. Néstor Pitrola afirma, impresionado y sin tapujos, que la CGT, luego de su pacto podrido con Caputo y Milei, habría reunido a más de 100 mil personas. Diice que en “ciertas fabricas del SMATA” hubo obreros de base que se anotaron para participar del acto y que “en la columna de Luz y Fuerza vio y habló con muchos obreros de base”. Parecía hablar de un grupo desconocido y no de la CGT, que reúne en su padrón burocrático a millones de sindicalizados. Luego se festeja porque algunos concurrentes aplaudieron su presencia en el acto. No dice una palabra de lo que había señalado el día previo –que la ley que fue votada en Diputados había sido la consecuencia de la complicidad de la CGT con el Gobierno. Ni menciona la reunion de apoyo que los cegetistas brindaron a Kicillof, Espinoza, Ferraresi y Alak –y en especial el nexo entre la burocracia y el FITU, Pablo Moyano.
Culminado el acto de la CGT, IS y el aparato se trasladaron a Plaza de Mayo para ofrecer una máscara de “independencia” a este grosero seguidismo. Allí se encontraron con el MST, el PTS y el Nuevo MAS en una convocatoria realizada apenas horas antes. No los acompañaron ni los obreros de base del SMATA o Luz y Fuerza, ni los que habían fotografiado con Pitrola minutos antes. Tampoco los apoyó la CGT frente al piquete de la Gendarmería de Bullrich, que hizo abuso de la escasa concurrencia a la Plaza. Ahí, a distancia de Azopardo, los Pitrola del acto denunciaron “marchar con la burocracia sindical traidora”. Pitrola, ya no como “cronista circunstancial”, como se describió a si mismo en el acto de la CGT, dijo que el acto del FITU fue “combativo”, a diferencia del de la CGT, “porque el operativo policial descomunal impidió la colocación del camión-escenario previsto y hubo que improvisar con un pequeño sonido”.
El PTS no coincidió con Pitrola: calificó al acto de la CGT de “testimonial”. De todas formas, el FITU leyó un documento que está encabezado por la exigencia a la CGT y a las CTA de un “paro activo y plan de lucha hasta derrotar el plan de Milei”. El doble rasero los lleva a escribir que “Si no existe un mayor desarrollo de las luchas es por el freno y desarticulación que impone la burocracia sindical”.
No muy convencido del acto independiente en Plaza de Mayo, el PTS armó al final un acto propio, más independiente que el del FITU, con sus diputados como oradores centrales y “contra el genocidio en Gaza, en apoyo a los estudiantes que se rebelan en EE.UU. y Europa”, sin una sola palabra contra la OTAN.
Nuestro partido, Política Obrera, había propuesto, en reuniones conjuntas, el boicot al acto de la burocracia colaboracionista, con más de tres semanas de anticipación, y la realización de un acto unificado en Plaza de Mayo. O sea, presentar un polo de lucha de clases con vista a preparar una acción histórico independiente de la clase obrera y una perspectiva de poder.